Tras permanecer oculto por nueve meses en distintas localidades españolas, el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya Austin fue capturado ayer al salir, a bordo de un taxi, de una de las zonas más exclusivas de Europa.
El ex funcionario mexicano intentó evitar su detención con una licencia de conducir falsa con el nombre de 'Jonathan'; está acusado de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Se escondía en el complejo residencial La Zagaleta, el más lujoso del continente europeo, donde una casa cuesta 10 millones de euros. Se localiza en un pequeño pueblo llamado Benahavís, al lado de Marbella, muy cerca de un gran parque natural.
Cuenta con extraordinarias medidas de seguridad y, según reportes, Lozoya Austin llevaba “mucho tiempo” allí. Policías lo tenían vigilado y actuaron con precaución extraordinaria para no llamar la atención, a fin de evitar una fuga.
La policía española refirió que huyó de México desde mayo de 2019 y que “su nombre surgió como presunto responsable de un entramado de corrupción por actividades llevadas a cabo durante 2012 y 2013, cuando ejercía como director general de la petrolera Pemex. Según la fiscalía mexicana, se estiman en 280 millones de dólares el total de dinero defraudado”.
Indicó que desde ese momento las autoridades mexicanas iniciaron una búsqueda internacional para detenerlo y que, “gracias a la excelente colaboración existente entre la fiscalía mexicana y la Policía Nacional española se obtuvieron indicios que situaban al fugitivo en diferentes localidades españolas. Si bien el alto poder adquisitivo y sus lazos internacionales complicaban su localización”.
Las investigaciones de la Policía Nacional se prolongaron por nueve meses, hasta que a principios de 2020 se pudo situar a Lozoya Austin en la provincia de Málaga. Ayer, por lo pronto, durmió en un calabozo en la Comisaría Provincial de esta ciudad portuaria.
En las próximas horas quedará a disposición del juez Ismael Moreno, quien determinará si procede su extradición a México. La noche de ayer fue muy diferente a lo que estaba acostumbrado el ex funcionario mexicano durante los últimos meses.
Por lo pronto, durmió en una pequeña celda, de unos tres por tres metros. Su primer desayuno en calidad de detenido fue: un sándwich, una pieza de fruta, jugo de naranja y agua.
Fue nombrado director de Pemex en 2012 y se mantuvo hasta 2016. En agosto de 2017, la entonces Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General) le envió un citatorio para comparecer por presuntamente haber recibido 10 millones de dólares de parte de la constructora brasileña Odebrecht.
Previo al citatorio de la PGR, el diario brasileño O’Globo reveló que Odebrecht pagó 10 millones de dólares a Lozoya Austin a cambio de ganar una licitación de 115 millones de dólares para el proyecto de remodelación de la refinería Miguel Hidalgo, en Tula, Hidalgo.
El 22 de mayo de este año, la Secretaría de la Función Pública (SFP) informó que fue inhabilitado por un periodo de 10 años para ejercer cualquier cargo público, pues proporcionó información falsa en su declaración patrimonial y en dos ocasiones más omitió una cuenta bancaria “que registraba saldos de cientos de millones de pesos”.
El ex funcionario federal es un viejo conocido en España, se le recuerda cuando asistía en calidad de director de Pemex a las reuniones de Repsol, donde la empresa mexicana tenía participación.
ledz