Lanzagranadas calibre .40, granadas, bombas para ser soltadas por drones, morteros artesanales y sus lanzadores, son algunos de los artefactos que se fabricaban en un 'narcotaller' asegurado en La Huacana, Michoacán, el cual es el más grande que se ha encontrado en México, aseguró a MILENIO el director del Equipo Antibombas del estado, Carlos Roberto Gómez Ruiz.
En entrevista exclusiva, el experto antibombas habló por primera vez a detalle sobre el laboratorio de explosivos decomisado el 17 de enero pasado —vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación—, y explicó que contaba con equipo de última generación con el que se podía producir el armamento con un nivel de detalle nunca antes visto en el país.
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“Se desactivó un laboratorio taller de artefactos explosivos improvisados, el más grande que se ha encontrado en México. Fueron un total de 311 artefactos desactivados y 95 kilos de explosivos, que equivalen a más o menos a mil 300 artefactos en caso de que se hubieran configurado”, comentó Gómez Ruiz.
“Teníamos toda la línea de producción, había desde la materia prima, que todavía venía en cajas que se habían comprado, estaba el rayado, el pintado, la fabricación de la espoletas, la fabricación de la metralla, el almacenaje del explosivo, el almacenaje de los artefactos explosivos ya fabricados, estaba toda la línea de producción completa”.
Este mega taller, conformado por dos inmuebles, fue localizado el miércoles 17 de enero en la comunidad de Zicuirán, cuatro días después de que en esa misma población se desmantelara otro punto de fabricación de bombas para drones. En otros inmuebles de Zicuirán se han decomisado este año drogas, armas y vehículos.
El municipio de La Huacana es una región controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, a través de una célula identificada como Cártel de Zicuirán que agrede lo mismo a civiles, grupos criminales contrarios y autoridades.
En videos del 'narcotaller' obtenidos por MILENIO, se observa el equipo especializado que se emplea en la fabricación de los artefactos explosivos, como un taladro industrial, una fresadora automática, tornos, prensas y equipo de soldadura. Incluso, en una pizarra se puede observar el dibujo de un diagrama de lo que parece un mortero casero.
“Esta es la línea de producción del laboratorio, se fabrica desde la materia prima, el rayado, el pintado, la manufactura completa, hasta llegar al artefacto explosivo para ser lanzado por dron”, reiteró el jefe del escuadrón antibombas adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán.
El descubrimiento de este laboratorio es el segundo caso luego de que el 3 de mayo de 2020 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encontrara el primero en su tipo, con artefactos, equipo y procedimientos más rudimentarios. Hoy, el descubrimiento del taller encontrado en Zicuirán es un recordatorio de que las organizaciones criminales están buscando mejorar su poder de fuego y al mismo tiempo producir su propio equipo.
“Es un riesgo para la población, es un riesgo para las autoridades que se encuentren este tipo de laboratorios porque al fin de cuentas fabrican artefactos que luego se encuentran tirados, los encuentra la población, algún curioso los levanta, es un riesgo, por eso estamos en un combate frontal contra ese tipo de artefactos”, concluyó Gómez Ruiz.
IOG