Aunque está colocado a pocos metros un filtro de revisión permanente de la Policía Metropolitana, el monumento conocido como la Puerta Amarilla ubicado en el periférico Raúl López Sánchez en los límites entre Torreón y Gómez Palacio, fue víctima del grafiti.
La estructura de acero fue vandalizada con pintura de aerosol sin que los elementos de seguridad se percataran del momento del daño, ni de los responsables, pues incluso desconocen la hora de la acción.
Con la firma 'pockes RNS' destaca en la estructura amarilla, el grafiti de casi dos metros de altura en color negro con plateado.
RCM