Juana Barraza nació el 27 de diciembre de 1958 en Pachuca de Soto, Hidalgo, ese mismo día su padre abandonó a su madre, llevándose consigo a su hermano, tras este suceso transcurrieron sólo tres meses para que la mujer tomara a su hija con la intención de salir de aquella localidad y mudarse al entonces Distrito Federal.
Pasados algunos años, entre finales de los 90 y la primera década de los 2000, esa niña que fue abandonada por su padre puso un reto a las autoridades del Distrito Federal tras cometer varios asesinatos en contra de adultas mayores y dejó de ser Juana Barraza para convertirse en La Mataviejitas; sin embargo, el recorrido antes de ser la primera asesina serial en México tuvo otros capítulos en su historia.
Uno de estos capítulos comienza a sus 30 años, cuando Juana Barraza inició su carrera como luchadora profesional, era conocida como La Dama del Silencio, nombre que Netflix tomó para dar título a un documental que se encarga de contar la historia de aquella mujer, luchadora y asesina serial.
En el documental La Dama del Silencio: el caso de La Mataviejitas se tiene una entrevista con dos mujeres que eran amigas de Barraza: La Chola y Migala; ambas eran también luchadoras.
“Éramos amigas de despapaye, de parranda, de cotorreo” dice La Chola durante la entrevista que dio a Netflix.
“Siempre decía ‘¿Qué necesitas?, ahorita voy a verte’, sí le tenía mucha confianza, incluso le platicaba mis problemas personales” asegura Migala.
Migala relata que a La Dama del Silencio le contaba los problemas que tenía con su hija, recuerda que a Barraza nunca se le veía enojada, “ella era un pan de dulce”.
“Cuando la agarraron la extrañé, me hacía falta”, asegura.
La mujer comenta que quizá el nombre de La Dama del Silencio era debido a que algo ocultaba.
La Chola cuenta que eran amigas de “despapaye”, la recuerda como su comadre, aunque algo que le extrañaba era que Barraza se pintaba muy constantemente el cabello, además de cambiar varias veces de domicilio.
“Se lo pintaba casi cada mes, de rubio, de rojo de castaño y también cambiaba mucho de casa”.
En la entrevista, señala también que nunca se imaginó que su amiga estuviera implicada en los asesinatos de las adultas mayores y que se enteró cuando estaba viendo las noticias a lado de su madre quien le dijo:
“Oye, hija, es tu comadre. Ya ves, y tú que me la traías a la casa”
Tras el hecho se familia le decía que no dijera que La Dama del Silencio era su comadre, “¿Que no te da vergüenza?”, le preguntaban y ella sólo respondía “¿Por qué me va a dar vergüenza?”
Además, ambas amigas revelan dentro del documental que La Dama del Silencio nunca existió, pues Barraza nunca subió a un ring.
“Yo creo que su sueño siempre fue ser luchadora, pero nunca lo fue, nunca subió a un ring. Le pregunté a varias personas si habían luchado con La Dama del Silencio y decían que no”, dice La Chola.
“Le gustaba estar dentro del ambiente de la lucha, al grado de que se mandó a hacer su equipo y ella no luchaba”, asegura Migala.
“La Dama del Silencio nunca existió”, finalizó Migala.
VRM