Elementos de la Policía Federal Ministerial, de la Fiscalía General de la República, cumplimentaron una orden de detención provisional con fines de extradición, en contra de Mario Cárdenas Guillén, El M-1 o El Gordo, hermano del capo Osiel Cárdenas.
Mario fue detenido en septiembre de 2012 e identificado como uno de los líderes del Cártel del Golfo.
El mandamiento judicial se ejecutó en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde permanece preso.
El hermano de Osiel y Ezequiel, Tony Tormenta, abatido por la Marina, es requerido por una Corte federal de Texas, en Estados Unidos, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de contra la salud y asociación delictuosa.
En septiembre de 2012, elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, detuvieron en Altamira, Tamaulipas, a Mario Cárdenas Guillén.
El anuncio de su detención la realizó el vicealmirante José Luis Vergara Ibarra, quien también dio a conocer que dicho cártel se encontraba dividido entre los leales a la familia Cárdenas Guillén y la facción que dirigía el ex agente de la policía ministerial de Tamaulipas, Jorge Eduardo Costilla, El Coss.
De acuerdo a información del gobierno de Estados Unidos y de la Procuraduría General de la República, en ese momento El Coss era el líder absoluto de la citada organización y estaba al frente desde la captura de su jefe Osiel Cárdenas, en marzo de 2003.
Mario Cárdenas estuvo preso en los penales de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas y Puente Grande, Jalisco, de 1995 a 2007, por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
Se sabe que traficaba desde el interior del penal de Matamoros grandes cargamentos de cocaína y marihuana, por lo que fue necesario en 2003 enviarlo al penal de Puente Grande.
Según investigaciones de la PGR el poder de los hermanos Cárdenas Guillén comenzó a disminuir desde la captura de Osiel, pues Ezequiel tenía una fuerte adicción por la drogas, lo que le hacía imposible dirigir al grupo criminal. No obstante, era el segundo al frente del cártel.
Tony Tormenta fue abatido por elementos de la Marina el 5 de noviembre de 2010, después de seis meses de labores de inteligencia, ya que en dos ocasiones, ese mismo año, logró escapar de los operativos implementados en su contra en la ciudad de Matamoros.