Explosivos caseros, “moda” en años recientes en Edomex

Este tipo de artefactos se han colocado en iglesias, centros comerciales e incluso en vehículos del sistema Mexibús. Son contados los casos en los que los autores reivindican los hechos

Han sido artefactos de manufactura rústica. ESPECIAL
Alejandra Gudiño
Valle de México /

A diferencia de eventos el año pasado, cuando grupos autodenominados “extremistas” se adjudicaron la colocación de artefactos explosivos en espacios de considerable asistencia ciudadana, en los tres hechos registrados este 2019, particularmente en febrero, ningún grupo o particular ha “firmado” la autoría.

No obstante, y de acuerdo con fuentes policiacas y gubernamentales, en estos casos se siguen todas las líneas de investigación, incluidas las de presuntos grupos radicales, para dar con los responsables de los explosivos colocados en plazas comerciales de Coacalco y Tlalnepantla, así como del estallido en una capilla adjunta a la catedral de San Cristóbal, en Ecatepec.

La supuesta amenaza en bomba en el edificio de Juzgados de lo Civil, en Naucalpan, que obligó al desalojo de más de 600 personas, forma parte de las pesquisas de las autoridades porque sucedió cinco días después de la localización de artefactos explosivos en Coacalco y Tlalnepantla.

De acuerdo con fuentes gubernamentales que pidieron mantenerse en reserva, sin duda son hechos coincidentes en toda la zona del Valle de México, pero no hay una línea clara que apunte, por ejemplo, a grupos anarquistas, porque estos suelen asumir la autoría.

Ejemplo de ello fue un explosivo en el interior de una camioneta frente a la catedral de Ecatepec, sede de la Diócesis, en San Cristóbal Centro, el 24 de diciembre pasado por la noche.En este caso, en internet se emitió un “comunicado” firma-do por “Individualistas Tendiendo a lo Salvaje, Secta Pagana de la Montaña”, en el que señalaron una “Maldición Ecoextremista ¡Guerra a la Civilización y al Progreso Humano!”, adjudicándose el hecho.

“Con la bendición de lo Desconocido, abandonamos un arte-facto explosivo de fabricación casera en la Catedral”, expresaron.

La explosión ocurrió, dijeron, “mientras se celebraba la ignominiosa misa de navidad (...) nuestra intención era algún herido o muerto, ya que la bomba estaba repleta de clavos y metralla lista para desgarrar y perforar cuerpos humanos, más sin embargo (sic) no fue así, será para la próxima”, advirtieron.

“Después del estridente sonido, la calle se llenó de humo olor a pólvora y más de uno comentaba lo que había visto, una bola de fuego ensordecedora de más de 3 metros que se levantó por los aires (...) nuestro atentado fue símbolo de la milenaria Guerra de creencias paganas contra la religión católica librada desde hace miles de años por nuestros ancestros”, argumentaron.

Su improvisado comunica-do concluye: “¡Axkan Kema Tehuatl Nehuatl!, ¡Terror, heridas y muerte para la civilización y sus ridículas celebraciones!”.

Como antecedente de las actividades de ese grupo, hay que recordar que a finales de octubre del 2015 se adjudicó la colocación y estallido de artefactos explosivos en ocho vehículos del Mexibús de la Línea 2, la cual corre de La Quebrada, en Cuautitlán Izcalli, a Las Américas, en Ecatepec.

Sin personas lesionadas, esa vez las bombas dañaron cuatro unidades, ello debido a que el res-to de los explosivos fueron retira-dos y desactivados antes de detonar y generar daños.

Ecatepec ha sido el municipio con el mayor número de inciden-tes de ese tipo registrado de diciembre pasado a la fecha. El día 11 de ese mes se reportó también la localización de artefactos explosivos en los pasillos de la tienda Walmart, en Plaza Aragón, en la colonia Rinconada de Aragón.

Era una caja de madera en-vuelta con cinta adhesiva y cables, abandonada en un estante. De esa ocasión, nadie se atribuyó los hechos.


Los de este año

El pasado 13 de febrero en el interior de la Capilla del Santísimo, ubicada en la Catedral de San Cristóbal, en el municipio de Ecatepec, un estallido se escuchó entre las 16:30 y las 16:45 horas en el recinto religioso, que en esos momentos se encontraba cerrado y sin personal y por eso nadie salió herido.

El sacristán, Salvador de la Torre, confirmó que la explosión causó daños en una silla y parte del púlpito. Durante la revisión por parte de especialistas de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, se encontró un artefacto de metal en el piso, un sobre y una silla destruida de una pata. Del tubo de metal se des-prendía un olor a pólvora, y a un costado de una banca fue ubicado un sobre de color amarillo, el cual contenía una estampa.

Después, el 15 de febrero y en acciones casi simultáneas, fueron colocados explosivos en plazas comerciales de los municipios de Coacalco y Tlalnepantla.

En Coacalco el artefacto fue colocado en la plaza comercial Power Center, ubicada en la colonia Santa María, a un costado de la Vía José López Portillo, en esta localidad. Se trataba de una caja de cartón, de 30 por 30 centímetros aproximadamente, abandonada en una de las bancas metálicas del lugar.

En la caja había un reloj redondo, de 10 centímetros, así como un tubo galvanizado de 30 y encima una cartulina blanca. Especialistas del Grupo ASES desactivaron el artefacto y lo llevaron a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, con sede en Coacalco.

También el 15 de febrero, en Tlalnepantla, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México (SSEM) detectaron y desactivaron un artefacto explosivo en el complejo comercial Mundo E, ubicado en Jardines de Santa Mónica.

De fabricación casera, el aparato fue neutralizado y no provocó heridos ni causó daños en el interior de la plaza, además de que fue llevado por las autoridades a un lugar seguro.

SGCF

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