A cuatro días de la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz en las instalaciones del bar “Black Royce” en Naucalpan, Estado de México, ayer se informó que fueron aprehendidas seis personas, todos trabajadores y trabajadoras del lugar, sin embargo, familiares de los detenidos piden que se haga justicia, ya que consideran que como el caso es mediático los detenidos no tuvieron nada qué ver, solo acudieron a trabajar como otro día cualquiera.
La tarde de ayer la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) anunció la detención de cuatro mujeres, Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N” y de los varones Carlos Daniel “N” y Eduardo “N”, todos señalados por su probable participación en el delito de homicidio.
Los seis fueron trasladados en camiones blindados de Toluca al penal de Barrientos en Tlalnepantla y el operativo de las fuerzas del orden fue observado por sus familiares desde una baranda. “Los vamos a apoyar a todos, no los vamos a dejar solos”, gritaron a los trabajadores del Black Royce mientras subían a los vehículos que los llevarían al centro de reinserción social mexiquense.
Se presentaron a declarar por voluntad
Las investigaciones de la autoridad apuntan a que el empresario de 41 años de edad estuvo primero en el club República, en Polanco, en la Ciudad de México y abandonó el recinto en estado de ebriedad. Se trasladó en taxi hasta el “Black Royce” en Naucalpan y estuvo en una sala VIP con Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N”, a quienes dijo sentirse mal, empeoró y falleció.
La madre de una de las detenidas, indicó en entrevista que su hija acudió a declarar por su propio pie, pero las autoridades la detuvieron, hecho que asegura es consecuencia de lo mediático del caso.
“De hecho se presentó a declarar por voluntad propia y al otro día me dijeron que estaban en calidad de detenidos por homicidio. Yo llegué a la fiscalía a las 7:00 de la noche y a mi hija ya la habían trasladado hasta Toluca.
"Solamente porque el señor es un influyente, es una persona ‘grande’, por eso quieren hacer disque su trabajo, porque cuántas muertes hay en Naucalpan diariamente, feminicidios y los olvidan, solamente porque son unas gentes pudientes. No se vale”.
Una de las detenidas llevaba trabajando en ese negocio solo tres meses, otro duró 15 días en ese empleo y para ellos, ese domingo se trató de un día normal, de acuerdo con otro de los familiares, ya que nunca pensaron que la madrugada de ese día su vida cambiaría para siempre.
“Nuestros familiares fueron a trabajar un día normal, un día cualquiera… ellos tienen conciencia tranquila de que les ayudó a esta persona”, expresó.
Cuando vieron salir a sus familiares quienes fueron subidos a vehículos blindados manifestaron con gritos su indignación.
“Que traten como realmente se debe de tratar a las personas que realmente asesinan, que realmente asaltan, las personas de cuello blanco, que pongan más énfasis en lo que realmente interesa, simplemente, como dice la palabra, hacer justicia”, demandaron.
Dueños siguen impunes
El Black Royce forma parte de una cadena de restaurantes que operan como centros nocturnos y forman parte del Grupo Gastronómico del Norte. Hasta el momento y por el fallecimiento del empresario, únicamente han sido girados seis órdenes de aprehensión en contra de los trabajadores que estuvieron la madrugada del 5 de agosto, pero ninguno de los dueños o representantes de este conglomerado ha sido detenido.
El grupo tiene por lo menos seis clubes en los municipios de Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Naucalpan; además de otros tres en distintas alcaldías de la Ciudad de México.
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