Feminicidio: historias que se gestan día con día

Violencia de género

“Isis” fue vista por última vez el 17 de marzo de 2018. Pasaron tres días antes de que su esposo, “Donato”, presentara una denuncia por su desaparición. Ahora se conoce cuál fue el destino de la madre de tres hijos, y no hay rastro de él

En marcha, exigen justicia por las mujeres desaparecidas y violentadas. (FERNANDO CARRANZA)
Teresa Sánchez Vilches
Guadalajara /

Cuatro días sin saber de ella. Durante ese lapso de tiempo, “Donato” llamó unas tres veces al teléfono celular de su esposa sin tener respuesta. Lo “mandaba a buzón”. No respondía. A pesar de que ella no aparecía, él continúo con sus planes. Viajó a Talpa de Allende en compañía de sus tres hijos.

Cuando regresó, en su casa todo se encontraba igual. Ni un solo rastro de que “Isis”, su esposa, hubiera estado ahí. Los familiares y seres queridos de la mujer de 26 años de edad, que no aparecía, comenzaron a preocuparse.

“Isis” le había contado a sus amigas que sufría maltrato por parte de su marido. “Isis” era corredora. Días antes del sábado 17 de marzo de 2018, fecha en la que fue vista por última vez, ella y “Donato” acordaron que él se iría con los tres niños y su madre, abuela de sus hijos, al municipio de Talpa de Allende, mientras que ella se quedaría para participar en una carrera que se llevaría a cabo el domingo.

Por presión de los familiares de “Isis”, “Donato” acudió hasta el 20 de marzo al área de Mujeres Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado para denunciar que no sabía nada de su esposa desde cuatro días atrás. Ahí fue donde relató esta historia.

El hombre de 35 años de edad contó a las autoridades estatales que el sábado 17 de marzo de 2018 vio a “Isis” por última vez, a eso del mediodía, antes de que ella saliera de su casa, ubicada en San Juan de Ocotán, hacia el Parque Rojo, en el municipio de Guadalajara, a recoger mercancía. Para sacar dinero, pues se dedicaba a comprar y vender ropa usada. Al poco rato de que ella salió de su domicilio, él se fue con sus tres hijos.

​La misma tarde del sábado, como a las seis, él llamó por primera vez a “Isis” y ésta no le contestó. “Donato” explicó que no volvió a intentarlo porque estaba ocupado, haciendo unos arreglos en la casa de la abuelita de “Isis”.

El mismo sábado regresó a su casa, arregló las cosas de los niños y se fueron a dormir a la casa de la mamá de “Donato”, para salir de ahí temprano a Talpa de Allende.

El hombre asegura que desde allá le llamó un par de veces más, pero no tuvo éxito. Nunca se pudo volver a comunicar con ella.

Una semana después, familiares y vecinos de diversas colonias y en especial de San Juan de Ocotán marcharon del Parque de la Revolución a la Fiscalía General del Estado, con gritos y pancartas.

La joven no daba señales de vida. Por esos días, amigas de “Isis” aseguraron que ellas sabían que la desaparecida sufría agresiones de parte de “Donato”. Sabían que era víctima de violencia.

Entre los actos de protesta, familiares de la joven tuvieron la oportunidad de hablar con el entonces titular de la Fiscalía de Derechos Humanos en Jalisco. No pasó nada. Y así transcurrieron meses.

Antes de la desaparición de “Isis”, ella, “Donato” y sus tres hijos vivían en una casa que les había prestado la familia de la joven. Al paso del tiempo, el hermano de “Isis” le pidió a “Donato” la vivienda. Le dijo que como no estaba su hermana, quería rentar la finca, por lo que necesitaba que la desocupara. “Donato” aceptó.

En la mudanza no se llevó casi nada que no fuera su ropa o pertenencias personales. Sin embargo, lo que más llamó la atención de quienes le ayudaron a cambiarse de casa fue un tambo de plástico que estaba lleno de cemento seco. Era como una piedra enorme. Muy pesado. Lo tuvieron que cargar entre varias personas.

“Donato” explicó que era lo único que quería llevarse de la casa.

En mayo de 2019, más de un año después de haber sido reportada la desaparición de “Isis”, personas denunciaron que habían encontrado un tambo lleno de cemento en el que se podía distinguir un cuerpo. Tanto el hermano de “Isis” como las amigas de ella sospecharon de “Donato” y de que el cadáver fuera el de la joven madre.

Las sospechas llegaron hasta los agentes del Ministerio Público, quienes mandaron a hacer pruebas de ADN de los hijos de “Isis” y “Donato” para ver si correspondían con los del cadáver que habían hallado encementado en un tambo de plástico.

Efectivamente, los restos encontrados pertenecían a “Isis”. “Donato” no fue notificado del hallazgo para que no tuviera oportunidad de huir. Fue invitado al velorio de su esposa, sin embargo nunca llegó para darle el último adiós.

Hasta el momento se desconoce el paradero de “Donato” y si existe o no una orden de aprehensión en su contra.

MC

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