En los 51 meses que Celina Oseguera Parra estuvo al frente del sistema penitenciario de la Ciudad de México sumó 2 mil 709 incidentes violentos, donde las riñas y las evasiones fueron el común denominador.
Los informes anuales del gobierno capitalino de 2008 a diciembre de 2012 resaltan que 2011 fue el año donde se percibió un mayor incremento de la inseguridad, inestabilidad y violencia en los reclusorios preventivos.
La hoy ex coordinadora nacional de los penales federales ocupó el cargo de subsecretaria del Sistema Penitenciario del DF de septiembre de 2008 a diciembre de 2012, periodo que estuvo regido por la sobrepoblación superior a 100 por ciento, al sumar 42 mil reos.
Además de diversas evasiones de presos como Luis Gonzaga Castro Flores, relacionado con el cártel de Ismael El Mayo Zambada.
También Agustín Mauricio Sánchez Hernández, quien a siete meses de cumplir su sentencia se fugó del Hospital Xoco, donde era atendido por un malestar abdominal.
Juan Sánchez Zamora, acusado del robo de 50 pesos, también escapó del Hospital de Xoco.
También está Raúl Ortiz González, El Azul, vinculado al secuestro de la hija de Nelson Vargas y quien había sido trasladado al hospital tras 17 intervenciones quirúrgicas por una herida de arma punzocortante que le hizo otro preso.
En el Reclusorio Oriente se evadieron Arturo Torres Santana y Alejandro López Medina, quienes enfrentaban proceso por secuestro.
En octubre de 2012 Érick Hernández Camacho logró fugarse al conseguir cambiarse el uniforme por ropa que le entregaron dos personas. Estaba sentenciado a 125 años de prisión por robo calificado y dos homicidios.
Además, en 2009 sumó cinco motines al establecer un nuevo régimen de visita familiar, pero la ex funcionaria lo minimizó a "riñas colectivas" que los custodios controlaron golpeando a los internos y desnudándolos para exponerlos boca abajo en el patio central de los penales.
Otro incidente que marcó la gestión de Oseguera Parra fue en junio de 2011, cuando cuatro internos de la Penitenciaria del Distrito Federal fallecieron a causa de las quemaduras provocadas por el incendio al interior de uno de los dormitorios.
El gobierno de Marcelo Ebrard ratificó por cuatro años continuos a Oseguera Parra, quien hoy enfrenta una acusación por la evasión de Joaquín El Chapo Guzmán.