Gabriela Escamilla buscó justicia para su sobrina abusada y pasó seis días presa

Confiesa que ha recibido muchas amenazas por parte de Gabriel 'N' y su familia.

Gabriela Escamilla. (Cortesía)
Ciudad de México /

Gabriela Escamilla siempre tuvo un vínculo muy fuerte con su sobrina desde los dos años, cuando la conoció. En 2021, mientras convivía con la menor, se percató que algo no estaba bien y notó lesiones en su cuerpo: eran indicios de abuso sexual.

Al preguntarle si alguien le había hecho daño, la pequeña se mantenía reservada. Tras mencionarle el nombre de varias personas para saber quién abusó de ella, la niña señaló a su padre. Impactada por ello, Gabriela buscó justicia para la menor, pero en el proceso las autoridades decidieron encarcelarla por evidenciar lo ocurrido.

En noviembre de 2020, antes de que la niña cumpliera cinco años, recuerda que la menor no recibía la atención correspondiente en casa de su papá e incluso fue golpeada en la cara con un gancho. Gabriela no sabía que su sobrina sufría agresiones físicas. En enero, cuando la volvieron a ver para darle algunos regalos por Navidad, Día de Reyes y su cumpleaños, notaron que la niña se veía triste y pensativa.

Aquel día su sobrina se quedó a dormir en casa de su tía. Por la noche, cuando la iba a bañar se percató que la niña "es tocada y violentada sexualmente", lo que causó asombro en Gabriela.

"Cuando le quito la ropa y le digo ‘¿quién te molesta?’, en ese momento estaba mi prima y las dos empezamos a querer indagar y ella volteaba a la pared, no queriendo vernos, le brincaba mucho el pecho y se esconde debajo de las sábanas y ya no la bañé. Al otro día por la mañana le empecé a preguntar quién podría ser, mencioné a los esposos de las hijas (del padre de la menor), a su esposa de él; recorrí todas personas con las que convive y ella de inmediato me decía ‘no, no, no’. Cuando me quedo callada, ella solita me dice ‘es papi, pero no le digas’; me empezó a decir ‘miedo, miedo, miedo’, se tapaba los ojos", contó Gabriela a MILENIO.

Tras escuchar eso, la mujer condujo hasta una casa donde estaba la abuela paterna de su sobrina y le platicó lo que había escuchado de la menor. La abuela le dijo que si fuera el caso, ella le quitaría a su hijo la niña, pero “cambió muy rápido de opinión”. De hecho, después llamó a Gabriela para convencerla de que no eran lesiones por abuso sexual lo que tenía la niña sino un hongo de pie de atleta por estar en la tina. Sin embargo, Gabriela perdió contacto con la abuela, quien dejó de contestarle el teléfono y no le permitieron ver a la niña.

Al querer tomar acciones contra lo ocurrido, Gabriela Escamilla señaló los hechos tres veces, pero la investigación no prosperó en la Fiscalía del Estado de Jalisco.

Fue que conoció la activista y licenciada Claudia Maciel, quien a través de la asociación Cuepaliztli A.C., la ayudó para que les tomaran la denuncia el 21 de noviembre de 2021, pero días después intentaron cerrar la carpeta de investigación en la que incluso, recuerda Gabriela, había anomalías; “empecé a batallar con una fiscalía que yo creí que nos iba apoyar y ayudar”, comentó.

Posteriormente, conoció al abogado Héctor Pérez, quien la representó legalmente en el proceso logrando cambiar el rumbo de las pesquisas. Por ejemplo, la defensa de Gabriela se encontró con que el Ministerio Público en turno realizaba las diligencias que se solicitaban, como opiniones técnicas de peritajes que integraban la carpeta de investigación, la cual “la evaluaban sin protocolos de infancia y de género, no había grabaciones de cuando la entrevistan y a veces no tenían las fechas correctas”, de manera que el abogado interpuso una queja en Derechos Humanos para que el Ministerio Público actúe como se debe, pero se molestó.

Gabriela recabó pruebas como fotografías que dieran cuenta de las lesiones que había sufrido la menor, pero el agente del Ministerio Público determinó que la mujer violó la intimidad sexual de su sobrina y actuó legalmente contra ella dictándole prisión preventiva y enviándola al penal de Puente Grande.

"Al recibir la queja se molestó mucho. Un día llegué a ver cómo iba la carpeta, me amenazó y me iba a levantar una demanda por mi actuar en la carpeta, él se refiere a mi actuar por cómo documenté la carpeta. Cabe hacer mención que documenté la carpeta con dos fotografías parciales. Una de la parte que yo vi lesionada y otra de la prenda de la niña. Esas dos fotos yo las entregué por cadena de custodia a la fiscalía tal cual como ellos me lo pidieron y que eso se iba a manejar con sigilo; situación que no hicieron porque ellos mismos le dieron a la otra parte esas fotografías y es cuando arman la demanda contra mí (…)
"Cuando llegué a ver los avances, estaba muy molesto porque acababa de recibir la queja de Derechos Humanos, en ese momento ni me dejaba leer el avance de la carpeta y me dice ‘con usted quería hablar, la voy a demandar por su actuar en la carpeta’; yo estaba tranquila y le dije ‘usted puede actuar como considere, permítame seguir leyendo porque no puedo leer y escucharlo’ y me volvió a decir lo mismo", recuerda.

Gabriela Escamilla recibió un citatorio el 2 de diciembre en donde se dio cuenta que el Ministerio Público, “sí cumplió” con que actuaría en contra de ella. En el citatorio decía que tenía que presentarse el lunes, “todo con alevosía y ventaja” porque sus abogados no estaban en Jalisco, pero la audiencia fue diferida para el 9 de diciembre pasado. Ese día, aunque demostró documentos para demostrar su arraigo en el estado de Jalisco, el juez determinó dictarle prisión preventiva, pese a que el abogado impugnó la decisión.

"En el momento en que da la resolución el juez fue muy ambigua su respuesta. Al inicio parecía que no, de repente falla que me tengo que quedar privada de la libertad unos días. Sí fue un asombro, no me lo esperaba, vi a mi abogado asombrado y molesto. En el momento en que dicen eso, inmediatamente ya tenía detrás de mí, y es algo que me sorprendió, es que todavía no estaban dando el fallo total y ya tenía de mi lado izquierdo dos mujeres guardias de seguridad. No me dieron oportunidad de nada (…) soy una persona con mucha entereza, no dejé que esto me causara nada, sabía que iba a estar en libertad", contó.

Tras seis días en la cárcel, la mujer quedó en libertad luego de que el juez de control del Tribunal Superior de Justicia de Jalisco, Felipe de Jesús Rivera, determinó que no había elementos para vinculara proceso.

En tanto, confiesa que ha recibido muchas amenazas por parte de Gabriel 'N' y su familia. De hecho, acusó que han emprendido una campaña de desprestigio en su contra argumentando que ella se quiere quedar con la niña. La mujer mencionó que su hermano es “muy agresivo y se maneja con muchas influencias” e incluso hace años la golpeó. Mientras tanto Gabriela Escamilla no ha vuelto a ver a su sobrina.


DMZ

  • Iván Ramírez
  • ivan.ramirez@milenio.com
  • Periodista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Editor web y reportero en temas de seguridad y justicia. Amante de los perros. Siempre buscando historias que contar.

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