Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Fiscalía General del Estado (FGE) pusieron en marcha operativos para la detección de armas, droga y vehículos con reporte de robo en diferentes puntos de Chilpancingo, Guerrero.
El dispositivo se puso en marcha después del mediodía de este jueves, tres días después de la irrupción de miles de habitantes del Circuito Río Azul y de la Montaña baja, que lograron romper una cerca de seguridad instalada en la parte sur de la ciudad.
En el operativo participan 14 elementos del Ejército mexicano y 11 de la FGE que se mueven en puntos considerados como estratégicos, con personal del área de robo de vehículos y cuentan con el respaldo de la Unidad Canina.
En el arranque de la actividad, se revisaron vehículos que salían de la ruta carretera que llega del Circuito Río Azúl, provenientes de la comunidad de Petaquillas.
Los binomios caninos recorrían las unidades para verificar que no trasladaran drogas, mientras que los militares revisaban que no hubiera armas en el interior de los autos, el personal de la FGE se encargó de verificar que no contaran con reporte de robo.
Tras permanecer en la entrada de Petaquillas, el operativo se desplazó hacia la avenida Insurgentes, cerca del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, que es la principal central de abasto para la capital.
Luego se movió hacia el puente de la Colonia Tata Gildo, ahí de manera aleatoria detenían autos para revisar su interior.
El último punto se instaló en la carretera a Chichihualco, que es una de las salidas hacia la parte baja de la Sierra.
De acuerdo con los mandos, esos operativos inhiben el delito y generan confianza entre la población.
La actividad terminó sin novedad.
VRM