El Plan Estatal de Desarrollo, fijó como meta llegar a una reducción de la tasa de homicidios dolosos en 2020 a 14.4 víctimas por cada 100 mil habitantes, la meta parece cada vez más lejana pues el año cerró con 67.27 víctimas de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes, un 367 por ciento por encima de lo establecido, esto de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública.
Este hecho convierte a Guanajuato en el tercer lugar a nivel nacional, el primer sitio lo ocupa Colima con 73.74 homicidios por cada 100 mil habitantes y el segundo lugar Baja California con 72.71.
”Este incremento tan abrupto refiere la entrada del crimen organizado, pero también un cambio de estrategia y también es algo que se le tiene que cobrar al gobierno federal, al final esta idea de que estuviera primero la Marina en una determinada zona y después cambiarla por la Guardia Nacional cuando ya había probablemente una estrategia para atacar específicamente células del crimen organizado, es algo que cambia el personal, cambia la estrategia, porque al final esto no deja de ser un delito del fuero federal”, explica Marcela Villalobos, doctorante en Ciencias Políticas y Sociales UNAM y presidenta de Amnistía Internacional México.
El Plan Estatal de Desarrollo Guanajuato 2040 es el instrumento de planeación que tiene como finalidad establecer dónde estamos, hacia dónde queremos ir y cómo lograremos alcanzar esas metas, se encuentra dividido en seis grandes ejes, de los cuales; Desarrollo Humano y Social, Gobierno Humano y Eficaz, Desarrollo Ordenado y Sostenible y de Economía para todos, han mostrado avances de hasta un 90 por ciento en el cumplimiento de sus metas, no así el rubro de Seguridad y Paz Social.
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La línea base para la implementación de este indicador, fue el año 2015 cuando la tasa de homicidios era de 16.4 víctimas por cada 100 mil habitantes. De acuerdo al análisis realizado por Milenio, 2018 fue el año de la descomposición en materia de violencia, año que repuntó la presencia de tomas clandestinas de hidrocarburos y de grupos delictivos en la entidad, a partir de ahí la tasa de víctimas de homicidios dolosos fue en aumento: 2015; 16.14; 2016 18.27; 2017 23.49; 2018 53.78; 2019 57.34 y 2020; 67.27.
”Lo documentaba la organización México Evalúa, que hacia un mapeo de como a partir de la entrada en vigor de este plan de combate al robo de combustible, están relacionadas estas tomas clandestinas de combustible con el aumento de violencia tanto temporal como espacial en los lugares donde estaban ubicadas estas tomas, en los momentos en que se fueron cerrando o capturando alguna cabeza de un cartel”, agrega Villalobos.
La tasa de homicidios comprende uno de los nueve indicadores estratégicos del eje “Seguridad y Justicia” del plan de gobierno. Para determinar la incidencia delictiva del fuero común, el SESNSP considera presuntos delitos registrados en las averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas, y que son reportados mensualmente por las Procuradurías Generales de Justicia y Fiscalías Generales de las entidades federativas.
El cumplimiento de la meta está seriamente comprometido, se requiere revisar y evaluar los programas, planes y acciones relacionados con los resultados del indicador de manera inmediata con la finalidad de reenfocar las directrices en la materia si se quiere obtener mejores resultados.
”Es importante analizarlo así, ver las estrategias cómo se comportan, que tipo de delitos hay en cada municipio y hacer una estrategia alineada con la prevención incluso desde los presidentes municipales en delitos que si se pueden prevenir”, concluyó la presidenta de Amnistia Internacional México.