Redes sociales, primer centro de interacción de hackers para cometer delitos: FGR

De acuerdo con indagatorias de la fiscalía, este grupo delictivo fue identificado por el análisis de publicaciones en grupos de hackers relacionados con empresas de seguridad de información.

LA FGR mantiene abierta la indagatoria para dar con más hackers. (Archivo)
Rubén Mosso
México /

Las redes sociales se han convertido en el principal medio de comunicación entre miembros de grupos de hackers, a través de las cuales intercambian comentarios o reciben asesoría para cometer robos al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), revelaron funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR).

Lo anterior permitió identificar a Héctor Ortiz Solares, El H-1, El Patrón o El Bandido Boss, presunto líder de la organización denominada Bandidos Revolutions Team, que obtenía entre 50 millones y 100 millones de pesos mensuales, extrayendo dinero de bancos, casas de cambio y una aseguradora, a través de 700 personas.

Los funcionarios consultados por MILENIO dijeron en mayo de 2018, cuando la institución todavía era procuraduría, comenzó una indagatoria que dio resultados un año después ya como fiscalía, y que hoy continúa vigente para dar con el paradero de otros grupos de hackers.

La investigación inició en internet a través de diferentes motores de búsqueda, en redes sociales y con el apoyo de técnicas y herramientas de investigación cibernéticas.

El personal ministerial detectó publicaciones realizadas por un gran número de usuarios referente a la forma de operar de Bandidos Revolutions Team, por lo que se analizaron los perfiles de quienes realizaron dichas publicaciones, para saber si eran especialistas en temas específicos de informática, computación y hacking.

Los funcionarios señalaron que el primer resultado lo obtuvieron en la red social Twitter, donde lograron identificar diversos tweets con comentarios referentes al robo de SPEI.

Los trabajos de ciberinteligencia permitieron localizar una publicación en la que un usuario, a través de su cuenta personal, solicitaba información del líder de una asociación de hackers en México, quien además de ello, realizaba publicaciones en donde solicitaba los servicios del mejor “carder” del mundo.

Al realizar el análisis de las redes sociales, se identificaron publicaciones en las que etiquetaban a diferentes miembros de grupos de hackers, que se encontraban relacionados con empresas de seguridad de la información o plataformas de pagos en efectivo.

De igual manera, sobresalía la participación de algunos de estas personas impartiendo cursos de hackeo, carding, informática avanzada, asesorías corporativas, e incluso, se logró establecer el vínculo afectivo entre algunos de ellos.

El análisis profundo de las redes sociales permitió conocer el verdadero nombre del probable líder del grupo delictivo, es decir, de El H-1, El Patrón o El Bandido Boss.

De forma paralela, la FGR puso en marcha diferentes técnicas digitales lo que permitió obtener información de todos aquellos sitios que habían sido vulnerados por los grupos delictivos, entre ellos al menos tres casas de bolsa, cinco bancos y una aseguradora.

También se identificaron las cuentas a las cuales les fueron realizadas transferencias electrónicas y los movimientos que registraron las mismas.

Igualmente, se identificó a cada una de las personas que realizaron retiros de esas cuentas, reconocimiento facial, y el establecimiento de los domicilios de dichos cuanta-habientes, haciendo un total de más de 700 personas.

De esta manera, el personal de la Coordinación de Métodos de Investigación y la Agencia de Investigación Criminal pudieron ubicar y dar seguimiento a Héctor Ortiz y a su círculo cercano, dando paso a diversos cateos en León, Guanajuato, permitiendo el aseguramiento de 27 automóviles de lujo, como Ferrari, Mercedes Benz, Audi, McLaren y Lamborghini, los cuales tienen un valor aproximado entre 14 y 16 millones de pesos.

Según la indagatoria, Ortiz Solares se desenvolvía como operador logístico y jefe, y contaba con un servicio de ocho escoltas quienes recibían un sueldo aproximado de 100 mil pesos.

La organización seleccionaba cajeros automáticos, de los cuales llegaban a extraer de cien a 200 millones de pesos en un solo evento; los cajeros eran infectados con un virus que les permitía en un día y hora determinada retirar de 30 mil a 60 mil pesos por cajero electrónico.

Los funcionarios mencionaron que también se indagó si este grupo guardaba relación con una organización criminal conformada por rumanos que operaban en diversos estados del país, que se dedicaba al robo de cajeros, clonación de tarjetas y trata de personas, pero hasta el momento no han encontrado algún vínculo. 

EB

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