Martha Navarro, directora de la Asociación Civil Sonrisas Perdidas, se sigue conmoviendo, sigue sintiendo y viviendo la desesperación de las personas que buscan a sus familiares, a aquellos que de un momento a otro desaparecieron al igual que a sus sonrisas.
Algunas son más impactantes que otras, como el caso de Nicole, la pequeña de siete años de edad que desapareció el pasado 2 de marzo y su cuerpo fue hallado este sábado, inerte, causando la indignación social.
- Te recomendamos Nicole, ¿qué se sabe del caso de la niña hasta ahora? Policía
Para Martha han sido 20 años de vivir estas historias, de pedir la difusión de las fichas de búsqueda esperando que puedan ser desactivadas por hallar a las personas con vida, pero ha sido gracias al trabajo de la sociedad civil que hay causa en cada caso.
"Hay muchos menores de edad desaparecidos pero los estamos dividiendo, a unos que abarcan de 0 a 10 años, esos son niños que son vulnerables en su totalidad y de los otros son jóvenes que se han salido de casa voluntariamente.
"Pero, por desgracia el número de desaparecidos ha aumentado, aún más con la pandemia", dice.
Explica que la convivencia diaria provoca que, sobre todo adolescentes y jóvenes huyan de sus hogares de forma voluntaria, lo que provoca el incremento de las estadísticas en este momento de pandemia.
"El otro sector, que es de 11 años en adelante, son jóvenes que han salido de su casa porque los regañan, porque no quieren estar ahí, porque es insostenible que convivan con sus familias tanto tiempo", explica.
Para ella, la noticia de Nicole es dolorosa, como cada una de las historias que han terminado en fallecimiento, y aunque no tuvieron información contundente en días pasado, ayer esta noticia dolió, así como el dolor de la familia que ha notificado la muerte.
"Se sufre porque a pesar de que me he hecho fuerte, duelen porque los hago míos (…) he tratado de ser lo más fuerte posible pero a veces como ser humano, no se puede, porque antes de ser presidenta de una fundación, soy humana y tengo sentimientos, entonces es doloroso que hagan algo en contra de las y los niños", indica.
Ante las historias que han pasado por sus manos, sólo hace un llamado a las y los padres de familia, que "cualquier problema que haya entre adultos lo mejor es solucionarlos entre ellos y no desquitarse con las y los niños porque no tienen la culpa de esos problemas.
"Desgraciadamente esta pandemia ha sido parte de esto, ya no nos soportamos porque convivir 24 horas al día ya está fuera del alcance de la misma familia, porque es la primera vez que convive tanto tiempo, y en muchos casos, ya no encajan en el hogar e incluso jóvenes y adultos han decidido salirse de sus casas", reitera.
Asegura que de diez personas que son notificadas como desaparecidas, tres son forzadas y las demás son voluntarias, lo que pone en foco la importancia de la comunicación dentro de los núcleos familiares que se han visto afectados por la emergencia sanitaria.
"Seguiremos trabajando con el apoyo de la sociedad que, a través de las redes sociales, han apoyado muchísimo con la difusión y hemos dado con el paradero de muchas personas, por lo que pedimos sigan colaborando con Sonrisas Perdidas", expresa.
A 20 años de haber ayudado a difundir la primera ficha de desaparición de una niña de seis años, hija de un amigo, así como ser sobreviviente de cáncer, Martha continuará con la labor de apoyar en el hallazgo de las y los hidalguenses perdidos, esperando que siempre "encontremos cada una de las sonrisas con vida, pero por desgracia no todos los casos son así, y sólo pedimos a la sociedad que apoye en esta causa", concluyó.