El director del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, informó que la iglesia agotó el diálogo con dos grupos de la delincuencia organizada que operan en el municipio de Leonardo Bravo, Guerrero , sin embargo, no lograron una tregua.
Durante una entrevista, el sacerdote lamentó la cancelación de las fiestas religiosas y patrias el domingo 15 de septiembre en Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, Guerrero.
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Cancelan fiestas regionales de septiembre
Además de la suspensión de fiestas religiosas, existen escuelas de nivel básico que no iniciaron el ciclo escolar 2024-2025 en modalidad presencial y algunas lo iniciaron la semana pasada en modalidad híbrida, como es el caso de la secundaria Leonardo Bravo ubicada en la cabecera municipal.
"Sí se ha buscado, pero no hay las condiciones para que haya una tregua entre dos grupos vemos un grupo fuerte y uno débil", dijo el padre Filiberto Velázquez.
¿Quién es el encargado de la seguridad en el municipio?
Aseguró que, la responsabilidad de garantizar la seguridad en ese municipio queda en manos del gobierno.
Confío en que cuando inicie el próximo gobierno municipal exista un cambio en Leonardo Bravo, municipio que ha sido azotado por la violencia en los últimos dos años.
"Esperemos que el estado encuentre una solución, en nuestras manos no vemos cómo hacer un cambio, sí nosotros agotamos, esperemos que haya un cambio ahora que va a cambiar el presidente y la política", sostuvo.
Violencia en el municipio de Leonardo Bravo
Habitantes de Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, confirmaron que desde la noche del sábado 6 de abril, presuntos integrantes del crimen organizado se enfrentaron a balazos el control de dicha ciudad, lo que ha provocado el cierre de la mayoría de negocios y los productos básicos comienzan a escasear.
Temerosos, con la petición de mantener a salvo su identidad, los campesinos señalaron que después de varios meses de aparente calma, el fin de semana pasado las hostilidades entre los grupos de civiles armados se reanudaron.
“No sabemos quienes son ni qué es lo que pelean, pero durante las noches escuchan los disparos y la gente se asusta, los niños no pueden estar tranquilos”, destacó uno de los denunciantes.
Explicó que después de dos días, personal del Ejército mexicano llegó a la cabecera municipal y posteriormente elementos de la Policía del Estado.
Los soldados y policías realizaron trabajos de vigilancia, pero al retirarse nuevamente los hombres armados retomaron las agresiones.
De manera muy escueta, dijeron que las balaceras se escuchan en las partes altas de los cerros, por lo que hasta el momento se desconoce si se ha registrado algún saldo, en cuanto a la pérdida de vidas humanas o personas lesionadas.
Lo que sí sucede, es que ante el cierre de la mayoría de los negocios, es que los productos de la canasta básica comienzan a escasear.
“Nosotros como campesinos es muy poco lo que podemos hacer, solamente les decimos a las autoridades que queremos vivir con paz y tranquilidad”, anotó uno de los denunciantes.
RM