Tras identificar a las tres víctimas del ataque a balazos cometido el lunes en el Panteón Municipal de San Pedro, la Fiscalía de Justicia en el Estado (FGJE) trata de averiguar el móvil del crimen.
Aunque al principio se manejó la hipótesis de una disputa familiar como el posible motivo de los hechos, algunas características del caso hacen suponer que se trató de un ajuste de cuentas, ya sea contra las víctimas adultas o contra otras personas.
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Sin embargo, la FGJE no ha dado a conocer avances en las investigaciones, pero trascendió que están investigando actividades de los familiares de los adultos fallecidos.
Los hombres que fallecieron en el estacionamiento del cementerio fueron identificados como José Manuel González Rocha, de 42 años de edad, y Francisco Javier Rodríguez Barbosa, de 44.
Por su parte, la pequeña Violet, de 7 años, fue auxiliada por su padrastro y su mamá tras recibir un disparo. La llevaron en una camioneta hasta la colonia La Fama, en Santa Catarina, pero ya no tenía vida cuando arribó al edificio que hasta hace tiempo alojó a la Clínica Municipal.
El joven Martín Antonio, de 27 años, y padrastro de la niña, sufrió una herida en el pecho y otra en un brazo, y actualmente su estado de salud es delicado.
Este hecho ocurrió el lunes en la tarde en el Panteón Municipal Jardines de San Pedro, en la avenida Alfonso Reyes y Prolongación Padre Mier, en la colonia Los Sauces, de San Pedro, cuando llegaron varios sujetos a bordo de al menos dos vehículos, y dispararon contra el numeroso grupo de personas que se disponía a retirarse después de un sepelio.
Horas después del triple asesinato, se informó de la captura en Saltillo, Coahuila, de tres sujetos que se desplazaban en una camioneta robada en San Pedro Garza García, y las autoridades indagan si están o no relacionados con el ataque perpetrado en las inmediaciones del cementerio.
Sin embargo, la autoridad no ha dado a conocer ningún avance de las investigaciones y si los tres asaltantes tengan relación con el triple asesinato.
En el lugar donde la pequeña Violet dio su último suspiro, cuando su padrastro, también herido por las mismas balas, buscaba ayuda médica en un hospital municipal que ya no existía, fue colocada una vela encendida, la cual es el mudo testigo de la tragedia que envuelve a una familia.
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