El costo de la inseguridad en Nuevo León ascendió durante 2018 a 10 mil 717.2 millones de pesos, de los que la mitad fueron utilizados para medidas preventivas en los hogares, pese a lo cual, la percepción de seguridad no mejoró, pues el 81.7 por ciento de la gente sigue viendo a la entidad como insegura.
En la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2019 (ENVIPE), a nivel regional, se estima que el 29.6% de los hogares tuvo al menos una víctima de delito durante 2018, cifra menor a la media nacional, que fue de 33.9%.
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Esta percepción elevada de inseguridad crea la necesidad de invertir más en medidas de seguridad, que aunado al costo de ser víctima de un delito, elevó el costo a 10 mil 717.2 millones de pesos, de acuerdo a un cálculo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A nivel nacional el costo fue de 286.1 mil millones de pesos, equivalente al 1.54 % de PIB Nacional.
En nuestra entidad, este gasto se refleja en tres rubros principales:
- Gasto en medidas preventivas 49.5%
- Pérdidas económicas a consecuencia de un delito 49.9%
- Gasto por daños en la salud 0.7%
Tan solo en gastos preventivos, los neoloneses gastaron 5 mil 304 millones de pesos, de acuerdo al INEGI.
Las principales medidas tomadas son:
- Cambiar o colocar cerraduras 31.9%
- Cambiar puertas o ventanas 25.6%
- Colocar rejas o bardas 19.8%
- Acciones conjuntas con vecinos 9.0%
- Comprar un perro guardián 4.5%
Aún así, 50 mil 329 personas fueron víctimas de un delito.
- 25 776 Hombres
- 24 553 Mujeres
Con todo esto, no es extraño que para el 81.7 % de los neoloneses nuestra entidad sea insegura, pues temen ser víctimas de un delito en situaciones tan cotidianas como:
- Cajero automático 82.6%
- Transporte público 75.9%
- Caminar por la calle 74.4%
- Circular en carretera 68.0%
- Robo en el banco 65.46%
Y no andan tan desencaminados, pues la misma encuesta señala que el robo o asalto acapara el 56.9 % de las conductas delictivas o antisociales conocidas por los neoloneses, seguido del consumo de alcohol, con 52.0%, y el consumo de droga, con 41.78 %.