Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de las Infancias en México (Redim) considera que la integración de niños, niñas y adolescentes a la policía comunitaria del municipio de José Joaquín Herrera, en la Sierra de Guerrero, representa una falla en el estado.
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En entrevista para MILENIO Televisión, explicó que no se cuenta con una cifra oficial sobre cuántos niños, niñas y adolescentes podrían estar en riesgo de reclutamiento, pero que Redim junto con el Observatorio Nacional Ciudadano llegaron a una cifra aproximada de entre 140 mil y 250 mil, en todo el país.
Para Ramírez Hernández, lo que están haciendo estos niños, niñas y adolescentes “no es armarse o enfrentarse con violencia, sino hacer tareas de cuidado a su vida y a su comunidad”.
Pero eso no inhibe que sea un tema de “preocupación absoluta”, pues aseguró que esas no tendrían que ser las actividades que realicen los niños, niñas y adolescente y por ello hay que cuestionar cuáles son sus condiciones de vida que los hicieron tomar esta decisión.
La directora de la Redim señaló que la estrategia de seguridad “no ha dado buenos resultados, no sólo en este gobierno” y que esa es la verdadera problemática.
“El problema está en la inseguridad, en cómo está la crisis de violencia armada y cómo la militarización, incluso de la seguridad pública de nuestro país, ha llevado a escenarios cada vez más extremos”, comentó.
Ante ello, subrayó que los pueblos y las comunidades “están viéndose en la necesidad extrema de organizarse de manera autónoma” y que esta acción no representa una falta de respeto al gobierno, más bien “es un grito extremo de las comunidades echando mano de todos sus recursos para poder defenderse".
RM