El Centro de Rehabilitación que fue atacado por hombres armados la tarde del sábado pasado en Irapuato no contaba con el reconocimiento por parte de la Comisión Nacional contra las Adicciones, por lo que operaba de manera clandestina.
De acuerdo con vecinos de la colonia, lugar llevaba operando al menos un año; al asistir Milenio a las inmediaciones, se percató que las condiciones del lugar por dentro no eran las más óptimas, viéndose el espacio muy reducido y con el piso aún en obra negra.
De acuerdo con el Directorio de Establecimientos Residenciales de Atención a las Adicciones Reconocidos por parte de la Comisión Nacional contra las Adicciones, en la entidad de Guanajuato solo existen 13 centros con este distintivo.
De este registro, en Irapuato, solo se cuentan con dos anexos reconocidos; ninguno de ellos es el atacado el fin de semana, ni los que se dieron en meses pasados al principio del año.
"Lo ideal sería que primero pusieran en orden el registro de todos estos lugares, se tuviera una lista de estos lugares y se tratara de regularizar. Y en segundo plano, brindar estos permisos en base a su seguridad que puede proporcionar el mismo lugar.La realidad es que los motivos por los cuales se dan estos ataques podríamos pensar que está relacionado con las drogas y narcóticos", expresó Raúl Calvillo, director del Observatorio Ciudadano de Irapuato.
Milenio contactó a la Jurisdicción Sanitaria VI para pedir información respecto a si se contaba con los permisos necesarios para operar; sin embargo, al cierre de esta edición, no se obtuvo una respuesta.
Pareciera que este tipo de hechos se están volviendo una práctica común, pues hace algunos meses, en la colonia Progresiva del Jaral, llegando un comando armado y secuestrando a cinco jóvenes que se encontraban en este lugar.
En enero de este año, 23 personas fueron privadas de su libertad al registrarse un ataque en otro centro de rehabilitación, siendo liberadas diez víctimas tiempo después.
También, en diciembre del año pasado, un grupo de 20 hombres armados secuestraron a al menos 26 internos, presumiéndose que 11 pudieron escapar.
Ante este hecho, y los otros registrados, que ya suman más de 20 víctimas por sucesos relacionados, hay quienes cuestionan el actuar de las autoridades de seguridad.
"Tienen que hacer algo más, porque los resultados no son nada halagadores. Seguimos tenido un alto índice de criminalidad muy fuerte. Aunque la autoridad municipal con cierta razón dice que son crímenes del fuero no de su competencia, pero pues son en el municipio y se debe de hacer algo más", comentó Antonio Rivera, presidente de Coparmex del municipio.
Vecinos viven con miedo
Al preguntar a vecinos qué había sucedido, muchos respondieron que en cuanto escucharon las detonaciones, se refugiaron en sus casas, a la espera de que las autoridades pudieran resolver la situación, lo cual sucedió dos horas después del percance.
"Sí nos asustamos porque estamos viviendo una inseguridad muy alta. Nuestros niños no pueden salir con libertad a la calle porque tenemos miedo de que vaya a pasarles algo. Es muy triste ver cómo esos muchachos tan chiquitos salieron corriendo de donde estaban sin que nadie los auxiliara", explicó Rosa María Bravo, vecina de la colonia.