La ministra Margarita Ríos Farjat propondrá a la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atraer el amparo que presentó Juana Hilda González Lomelí, quien lleva 16 años presa por el secuestro del empresario Hugo Alberto Wallace Miranda, hijo de la activista Isabel Miranda de Wallace, en 2005.
El Octavo Tribunal Colegiado en Materia Penal notificó que el pasado 24 de marzo, la ministra aceptó hacer suya la petición de atracción, ante la falta de legitimación de la representación legal de la quejosa.
En las próximas semanas, la ministra Ríos Farjat va a exponer el caso a sus homólogos de la Primera Sala, por lo que se tendrá que votar si se decide estudiar el amparo directo que promovió Juana Hilda para recuperar su libertad, tras denunciar diversos delitos que se cometieron en su contra tras su detención, entre ellos, tortura sexual y psicológica.
Juana Hilda, de quien se dijo era novia del ex policía César Freyre Morales, fue la primera de los seis acusados en ser detenida por el secuestro, homicidio y desaparición del cuerpo del empresario. Su captura ocurrió el 9 de enero de 2006.
En 2011, fue sentenciada a 78 años de prisión, tras ser encontrada penalmente responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
El Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDF) asumió su representación y solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraer el caso el pasado 14 de febrero.
El instituto, que depende del Poder Judicial de la Federación (PJF), ha documentado que se violó el derecho a la presunción de inocencia porque la imagen de Juana Hilda fue exhibida en anuncios espectaculares, y en medios de comunicación, presentándola como culpable ante la opinión pública, además de que sufrió discriminación, porque se le conocía como la bailarina del “za za za” que trabajaba para el Grupo Climax.
Según investigaciones, durante su arraigo fue llevada a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO), de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), donde sufrió tortura sexual y psicológica, y se le obligó a grabar su confesión.
Antecedentes
Según las pesquisas federales, el 2 de julio de 2005, Jacobo Tagle y Brenda Quevedo citaron a Hugo Alberto Wallace en un restaurante que se localizaba en las inmediaciones en San Jerónimo, diciéndole que le iban a presentar a “Claudia”, quien era Juana Hilda González.
Tres días después pretendieron secuestrar al joven, pero como estaba acompañado por sus primos, cambiaron los planes. El 11 de julio de ese año, Hugo Alberto acudió al cine junto con Juana Hilda, en Plaza Universidad, y después se dirigieron al departamento de la mujer.
Horas después, Isabel Miranda de Wallace obtuvo pistas del lugar en donde había estado su hijo (en el baño de Perugino número 6, departamento 4, colonia Extremadura), donde presuntamente cortaron su cuerpo.
La activista colocó espectaculares en diversa zonas de la capital donde ofrecía una recompensa de medio millón de pesos para dar con el paradero de los sospechosos.
La mujer logró la captura de los integrantes de la organización delictiva, entre ellos, Brenda Quevedo Cruz, quien fue detenida en 2007, en Louisville Kentucky, con ayuda del FBI.
Posteriormente, Isabel Miranda dio con la ubicación del cuerpo de Rugiero Martínez Báez, quien fue enterrado clandestinamente en un terreno propiedad de César Freyre Morales, en el estado de Morelos; Rugiero supuestamente era parte de esa organización delictiva y fue asesinado a manos de sus propios compañeros.
DMZ