Creían que usando un taxi de la Ciudad de México podrían confundir a la policía para escapar. Los tripulantes de un Chevrolet Spark con placas de circulación A7636E—entre ellos uno menor de edad—intentaron mimetizarse entre cientos de automóviles cuando huían después de haber asaltado una casa de empeño en la colonia Desarrollo urbano Quetzalcóatl, alcaldía Iztapalapa; establecimiento al que llegaron fingiendo ser clientes, pero rompieron algunos mostradores y robaron seis laptops.
Cerca de las 17:52 horas del 26 de diciembre pasado, los oficiales Daniel y Jonathan, del sector Quetzal, patrullaban por la zona cuando fueron informados por personal del Centro de Comando y Control (C2) Oriente del robo a una tienda de empeño en la avenida Manuel Cañas y de inmediato se dirigieron al establecimiento. Al llegar, un trabajador de ahí, quien estaba un poco alterado, les comentó que tres hombres habían entrado a robar y se fugaron en un taxi.
“Al interior del inmueble estaba destruido donde estaban las laptops (…) llegaron como clientes normales, empezaron a romper y a dañar el inmueble para sustraer las cosas, (los trabajadores) se espantan y piden el apoyo al 911”, dijo el oficial Daniel a MILENIO.
Daniel y Jonathan—quienes se disponían a buscar a los asaltantes— subieron a la patrulla a un empleado de la casa de empeño para que los acompañara y reconociera a los responsables. El taxi donde estos huían estaba siendo monitoreado en tiempo real por operadores del C2 Oriente, cuyo personal implementó un cerco virtual y ubicó el vehículo donde viajaban los ladrones.
Al llegar a un semáforo en las avenidas Ermita y San Lorenzo, de la colonia San Miguel, la luz roja hizo que los sospechosos se detuvieran y eso dio ventaja a los policías para arrestarlos. Los elementos interceptaron el taxi y pidieron a los tripulantes que descendieran para realizarles una revisión de seguridad.
“En ningún momento estas personas se percataron de que ya íbamos sobre ellos, ya estábamos casi encima de ellos. No fuimos los únicos que llegamos, sino que también llegaron compañeros de agrupamiento porque como se hacen dispositivos en esa zona y mandan a compañeros de agrupamiento de apoyo con nosotros. El C2 Oriente nos manifiesta que (los ladrones) bajaron el puente de Periférico para incorporarse a Calzada Ermita Iztapalapa con dirección al poniente.
“Justamente nos manifestaron que ya se encontraban casi enfrente del Metro Constitución de 1917, entonces de ahí aproximadamente son dos estaciones a donde llegamos, que fue Ermita y San Lorenzo. El C2 nos dijo que estábamos como a cinco carros (de los sospechosos). No se percataron o no se imaginaron que teníamos la información, que estábamos ya encima de ellos. Con el apoyo de los compañeros del agrupamiento pudimos hacer la detención de estas personas”, relató el oficial Jonathan.
En esta persecución, los policías Daniel y Jonathan optaron por no encender la sirena de la patrulla para no alertar a los tripulantes del taxi y que estos no escaparan pues “ya se la saben— expresó el policía Jonathan—y eso hubiera ocasionado que se percataran que andaban tras ellos; “si ven una patrulla y saben lo que hicieron, pues se alertan”.
Al estar frente a ellos, los presuntos responsables intentaron huir. El copiloto traía una mochila, pero un oficial del agrupamiento lo detuvo; otro de los tripulantes descendió y cruzó el camellón que divide Calzada Ermita Iztapalapa, pero fue detenido por el policía Jonathan; se trataba de un menor de 16 años, en tanto, el hombre que conducía el taxi no se bajó.
“La persona que agarré era menor, inmediatamente se puso nervioso, era un niño de 16 años y al momento de correr se tropezó, cayó, lo detuve y ya llegaron otras patrullas del otro sentido de Ermita y ahí fue la detención (…) no dijo nada, se quedó callado, lo ingresé a la unidad. Mi compañero Daniel revisó el vehículo, detuvo al conductor y mi compañero de agrupamiento corrió y entró a un estacionamiento de una plaza y ahí detuvo (al otro presunto implicado)”, narró Jonathan.
El trabajador de la casa de empeño reconoció plenamente a los tres detenidos como las personas que habían entrado al establecimiento a asaltar. Los detenidos fueron identificados como Francisco Alfonso “N” de 26 años, Erick Adrián “N” de 23 años y un menor de 16 años, quienes junto con las computadoras aseguradas y el vehículo donde viajaban, fueron presentados ante el agente del Ministerio Público correspondiente.
Jonathan, con casi cuatro años como policía, comparte que en la zona oriente de la ciudad “sí se han visto muchas cosas” en materia de seguridad y combate a la delincuencia, pero él siempre tratando de hacer su trabajo lo mejor posible, aunque haber detenido a alguien de 16 años, le causó tristeza, mientras que Daniel, con 23 años como policía, ya ha tenido experiencias en las que, por ejemplo, ha habido menores, quienes de 10 a 12 años de edad que andan robando.
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