Cristina Martínez fue agredida verbal y físicamente por uno de sus vecinos, a quien denunció ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CdMx); sin embargo, acusa, le dijeron que su caso no procedería porque “no iba golpeada extremadamente”.
Luego de perder su empleo en diciembre de 2019, la mujer de 45 años, empezó a trabajar como administradora de los departamentos en la unidad habitacional Matiz 2, en Iztapalapa, donde vive.
En entrevista, Cristina acusa que, en un principio, Leonardo López, de 50 años, la insultaba verbalmente, pero las cosas subieron de nivel hasta grabarla, cachetearla, pegarla y hasta tocar su cuerpo sin su consentimiento.
“Los condóminos me dieron la oportunidad de trabajar aquí como administradora. Nunca supe si él (Leonardo) quería ser administrador, pero derivado de ahí, empezó con todos los acosos y la violencia hacia mi persona. Primero hice caso omiso a lo que me decía para evitar problemas y comencé a trabajar gestionando los pagos de los servicios.
“Yo bajaba a un salón de usos múltiples donde hago mis actividades, pero él conoce ya hasta mis horarios y a cada rato, como arte de magia, él bajaba y me hostigaba e insultaba. Me decía ‘eres una inútil, no sirves para nada, eres una pendeja; cómo puede ser que una pendeja como tú esté aquí trabajando’, pero yo me hacía a un lado para evitar controversias contra él", narró a MILENIO.
Cristina cuenta que conforme pasaban los días, Leonardo comenzó a acosarla “más seguido” y que cuando ella salía de su departamento él ya estaba en el mismo lugar y “todo el tiempo” la grababa, tanto de espaldas como de frente, y le decía que “era una ratera e inútil” y la amenazaba con meterla a la cárcel.
"Ha sido una pesadilla de verdad"
La mujer relata que este hombre, quien vive en la Torre D, se esconde para esperarla cuando ella entra o sale de su casa, en la Torre C. Aunado a ello, la mujer tuvo que enfrentarse a otra batalla, pues en abril pasado enfermó de covid-19 y fue hospitalizada. Una vez que fue dada de alta y al reincorporarse a su trabajo se encontró a Leonardo López, quien le dijo que ojalá se hubiera muerto; palabras que, dice, “sonaron como más peligrosas”.
“Su cara era de más enojo y como que en ese momento quisiera hacer algo más conmigo. Empecé a espantarme y yo denunciaba, la verdad es que les hablaba a las patrullas cada vez que había un evento. Una ocasión me dio un cabezazo (…) Ha sido una pesadilla de verdad”, relató la mujer.
En una ocasión, cuenta, pidió ayuda a policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para que arrestaran a su agresor; sin embargo, dice, los oficiales ingresaron a la unidad habitacional, pero le dijeron que no podían llevárselo porque lo que pasaba entre ambos era “un chisme de vecindad”.
Cristina acudió a denunciar lo ocurrido, pero en el Ministerio Público 4 le dijeron “que son cosas que ellos no pueden atender y no les faculta y tenía que ir al Juzgado Civil”.
De acuerdo con la mujer, en el juzgado le indicaron que su caso no procedería porque los golpes que recibió por parte de su vecino “se curan después de 15 días y no iba golpeada extremadamente”.
"Cuando se acercó y me puso dos patadas, me espanté (…) Estoy en peligro y el señor sabe cómo hacer las cosas y la verdad no quiero ser otro caso de feminicidio", manifestó con voz entrecortada.
La agresión más reciente ocurrió el 17 de enero. Según su relato, eran cerca de las 8:18 horas. Ella bajó para mover su carro cuando Leonardo López ya la esperaba y de pronto se acercó y le tocó un glúteo y los senos.
“Me volteé y le dije ‘qué le pasa señor’, y cuando le dije eso me tomó de los pechos; reacciono y empiezo a manotear”, narró Cristina.
Contó que el hombre le dio un puñetazo en la costilla izquierda, la tomó del brazo, la tiró y comenzó a patearla, pero Cristina gritó hasta que llegaron sus hijas y otros vecinos para ayudarla y alejarlo de ella.
Los hechos quedaron grabados por algunos habitantes de la unidad habitacional y en las imágenes se ve a Leonardo López, sin playera y en short, alrededor de ella mientras está en el piso. Tras lo ocurrido una ambulancia llegó para revisarla y le dijeron tenía posibles fracturas de columna.
“Cuando vi que bajó de su carro con su teléfono en mano y yo caminando hacia mi carro fue un pavor, algo terrible; me temblaban las piernas sabiendo que él está ahí y, sin embargo, me tengo que hacer la fuerte diciéndome ‘no voy a temer’, pero de repente el miedo me invade y cuando sentí que sus manos estaban en mi cuerpo sentí entre odio, coraje y desesperación. Nunca pensé haber caído y ya no levantarme”.
Lesiones de una semana
De acuerdo con la carpeta de investigación, de la que MILENIO tiene copia, Leonardo López amenazó a Cristina diciéndole que él sabía de leyes “y le iba a cargar la chingada”, mientras que vecinos llamaron a una patrulla la cual llegó cerca de las 08:45 horas y el vecino fue arrestado.
A las 09:10 arribó una ambulancia cuyo personal le indicó a Cristina que debía ir a un hospital “ante una posible fractura de columna”. Posteriormente fue trasladada al Ministerio Público y ahí el médico legista le dijo que no la podía recibir y tenía que ser llevada al Hospital de Xoco, donde tardó casi tres horas en ser atendida. Tras tomarle unas radiografías se determinó que sufrió lesiones que se curaban en una semana y sólo le mandaron medicamentos.
Con esperanza de ser ayudada, regresó a denunciar lo que pasaba, pero le dijeron “que eso no procede porque no es una prueba de golpes que la hayan dejado mal”.
La FGJ CdMx informó que el 19 de enero se llevó a cabo la audiencia inicial contra Leonardo López en la que un juez de control calificó de legal la detención y el Ministerio Público formuló la imputación, por lo que una vez que se analizaron los datos de prueba presentados lo vinculó a proceso.
El juez de control le fijó la prohibición de concurrir a determinadas reuniones o acercarse a ciertos lugares, así como convivir, acercarse o comunicarse con determinadas personas, con las víctimas, ofendidos o testigos siempre que no se afecte el derecho de defensa, en tanto el juzgador también fijó un plazo de dos meses para el cierre de la investigación complementaria.
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“Me siento muy confundida, me siento con miedo, la verdad es que psicológicamente estoy mal porque pruebas de esa situación, cuando él tocó mi cuerpo, no tengo y el señor lo hizo premeditadamente porque sabía que esa hora no iba a ver nadie que viera y en ese lugar no hay cámaras, es un lugar solo a esa hora. Lo único que tengo como evidencia es el video que alguno de los condóminos tomó. No sé si esto va a proceder en el nuevo juicio porque el señor se siente intocable y muy poderoso.
“Es muy feo salir de mi casa y saber que alguien me está siguiendo o me va a mandar a hacer algo porque me dijo que él no va a parar hasta matarme, yo lo veo como guiado a un feminicidio. He tratado de que me escuche el MP y los policías, pero no me han hecho caso y no me creen lo que está pasando. Te sientes triste y desesperada porque pues no te escuchan”.
Cristina afirma que además de a ella, Leonardo ha violentado a otras mujeres, quienes eran guardias de seguridad de la unidad habitacional, no obstante, dice, no ha dejado su empleo porque por ahora “no hay otra forma para darle de comer” a sus hijas.
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