Con botones de pánico, previenen violencia contra mujeres en Zapopan, Jalisco

En Zapopan, Jalisco, 552 mujeres con riesgo medio y alto de sufrir violencia portan un dispositivo conectado al C5 de la Policía. Desde marzo de 2019, no se han reportado feminicidios, presume el creador del programa Pulso de Vida.

Tres operadoras atienden las llamadas de auxilio las 24 horas del día. (Vanessa Job)
Vanessa Job
Jalisco /

-¡Señora, protéjase!, su marido rompió la pluma de acceso y va para allá, le advirtió alterado el guardia de seguridad del condominio donde vive Lorena. El hombre tenía prohibida la entrada al lujoso fraccionamiento, donde todos los vecinos sabían de los zafarranchos que armaba insultando y golpeando a su esposa.

Mientras él avanzaba directo hacia la casa, Lorena apagó todas las luces; él intentó abrir con sus llaves, pero un juez ya había autorizado el cambio de cerraduras por las lesiones que le había dejado en ataques anteriores. El hombre se puso furioso, empezó a despotricar, brincó a la terraza y rompió una ventana.

"Cuando veo eso, intenté salir de mi casa, pero no pude abrir; la tercera chapa ya no la pude quitar, del susto, del miedo.
El dispositivo cuenta con un botón de pánico conectado con el C5 de la Comisaría de Zapopan. (Vanessa Job)

Lorena nunca olvidará el ruido de las pisadas de su esposo sobre los vidrios rotos de la ventana que rompió para entrar. Crack, crack, crack, escucha como alerta del peligro.

Ella estaba incomunicada, su marido había cortado los cables del teléfono y el celular estaba arrumbado en algún lugar de la casa. Pero Lorena llevaba colgado del cuello, día y noche, un dispositivo con el que podía contactarse directamente con la Policía. En su desesperación ante el crujir de los vidrios, Lorena apretaba el botón de pánico una y otra vez.

—¡Es que no lo veo, es que ya se oye, ya está aquí, por favor!— pedía auxilio desesperada a través del dispositivo.

En el C5 de la comisaría de seguridad de Zapopan, Jalisco, Paulette Colorado intentaba calmarla y había enviado al domicilio la patrulla más cercana en su auxilio.

—Ya están entrando (los policías) al fraccionamiento— decía Paulette; mientras, Lorena empujaba la puerta del baño donde estaba atrincherada y el marido insultaba, empujaba y pateaba. Cuando ella se separó un momento de la puerta para tratar de ver a los policías desde la ventana, él fue por la llave del baño y abrió.

En un mapa tienen las geolocalizaciones en tiempo real de las 552 mujeres que están inscritas en el programa. (Vanessa Job)

Al verlo frente a ella, lo único que se le ocurrió fue levantar el dispositivo con ambas manos y gritar: ¡es la Policía!

"Exactamente cuando yo digo eso, habla por medio del Pulso de Vida, la oficial", me cuenta en la casa donde fue el ataque.

Pulso de Vida, somos la comisaría de Zapopan y estamos escuchando, la unidad está muy cercana—, eso fue lo que respondí, me cuenta Paulette, una joven de 26 años licenciada en Salud Pública que visité posteriormente en la sala de Pulso de Vida del C5.

"Eso a él le causó una sorpresa tremenda, se hace para atrás y en ese momento aviento la puerta y me vuelvo a encerrar".

—¡Ya estamos afuera!—, gritaban los oficiales.

"Me piden autorización para entrar y después de una pequeña persecución dentro de la casa, lo logran agarrar. Todavía a la hora que lo detienen, tuvo la osadía de pelearse con los policías y seguía la agresión. Él ya venía con otras intenciones, si no hubiera sido por Pulso de Vida, no estaríamos platicando tú y yo, esa es una realidad".

El dispositivo en forma de dije o reloj se otorga a mujeres con riesgo medio y alto de ser víctimas de feminicidio, que denunciaron a sus agresores y tienen una orden de restricción. El programa se llama Pulso de Vida y se implementó en 2019 en Zapopan.

Roberto Alarcón, comisario general de Seguridad Pública de Zapopan, Jalisco, se muestra orgulloso por los números que reporta el programa. (Foto Especial)

Los aparatos tienen un geolocalizador, micrófono en dos vías y un botón de pánico conectado con el C5 de la Comisaría de Zapopan. Ahí en la sala de Pulso de Vida, tres operadores atienden las llamadas de auxilio las 24 horas al día.

En un mapa tienen las geolocalizaciones en tiempo real de las 552 mujeres que están en el programa, con un riesgo alto de ser víctimas de feminicidio. El subdirector del C5, Juan Carlos Contreras, nos muestra que en la pantalla se puede ver el nombre completo de las mujeres, el número de expediente, los recorridos que han realizado y hasta el nivel de batería del dispositivo.

"No necesitan decirme 'me llamo Lupita y tengo un problema'. No, con el simple hecho de presionar el botón y nosotros tenerlo personalizado, ya sabemos con quién estamos interactuando del otro lado del dispositivo".

El programa lo ideó Roberto Alarcón, comisario de Seguridad Pública de Zapopan, ante la preocupación por atender la violencia intrafamiliar que va en aumento.

"En 2018 estábamos en 2 mil 553 denuncias por violencia; en 2020, a finales, subimos a 5 mil 17, duplicamos básicamente las denuncias", dice el comisario Alarcón.
"En Zapopanel único delito que subió, que tuvo un incremento durante 2020 fue precisamente el de la violencia familiar", refiere el funcionario, quien ideó la estrategia de protección después de una visita que hizo a su madre que vive en Estados Unidos. Ahí vio cómo ella tenía instalados en la casa botones para pedir auxilio médico en caso de emergencia. El comisario pensó que aunado a la tecnología de geolocalización podría servir para salvar vidas.

Hoy en Zapopan, 954 mujeres cuentan con medidas de protección otorgadas por un juez; de estas, 552 (las que tienen riesgo medio y alto) portan uno de los dispositivos de Pulso de Vida y el resto comenzaron a ser atendidas desde el pasado 26 de febrero, a través de una aplicación en su celular, que cuenta con las mismas funciones que los dispositivos. En el programa se han invertido 4 millones de pesos y ha sido replicado en otros municipios de Jalisco como Tlaquepaque, Puerto Vallarta, Guadalajara, Jocotepec, Tepatitlán, Salto y Tlajomulco.

Ahora el C5 de Zapopan se coordina con esos municipios para poder atender a las mujeres, si se presenta una emergencia fuera del área de su actuación.

El oficial Carlos Franco está al frente de la Unidad de Atención de Violencia intrafamiliar y de Género (UAVI) que se encarga de dar seguimiento a las medidas de protección dictadas por el juez y dar una atención integral a las mujeres víctimas de violencia.

La UAVI entrevista a las mujeres y determina el nivel del riesgo feminicida en el que se encuentran y realiza visitas a sus domicilios.

“Desde aproximadamente marzo de 2019 a la fecha, no hemos tenido ningún feminicidio con medidas de protección”, dice orgulloso el comandante Franco, quien nos condujo hasta casa de Lorena, a quien hemos cambiado el nombre por cuestiones de seguridad.

Al llegar al domicilio me encontré un recibimiento poco común para los oficiales de la policía. La mujer tenía preparada una charola con baguettes, refresco y un pastel.

—¿Cómo no los voy a recibir con fiesta si me salvaron la vida?— dice.

“Soy una sobreviviente gracias a Pulso de Vida”, reitera con una gratitud, que nunca había atestiguado hacia los cuerpos de seguridad.

¿Qué hace falta para perfeccionar el programa?— le pregunté después de escuchar el relato del último ataque de su aún esposo.

—Yo lo único que quisiera es que hubiera más Pulsos de Vida, más aparatos; que las autoridades apoyen económicamente el programa, para que haya muchos más. Porque cada Pulso de Vida te está salvando.

Lorena presentó una nueva denuncia contra su agresor, quien está vinculado a proceso por violencia intrafamiliar y lesiones.

Después de la entrevista, Lorena invitó al comandante Franco y los policías que lo acompañaban a sentarse a la mesa a comer y partir pastel. Todos reían y festejaban que Lorena no se sumó a las 10.2 mujeres que son asesinadas todos los días en México.

ledz

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