En tan sólo un par de años, el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna pasó de héroe a villano, al menos ante los ojos de la Fiscalía General de la República (FGR). Quedaron atrás los tiempos en que le festejaron haber encarcelado a Rosario Robles, la ex secretaria de Desarrollo Social durante la administración peñanietista. Ahora son días de lanzas y vituperios porque acaba de fallar en favor de Julio Scherer, el ex consejero presidencial que se ha enfrentado al fiscal Alejandro Gertz Manero.
Apenas ayer la FGR anunció que iniciaría una carpeta de investigación contra Delgadillo Padierna, juez de control del Centro de Justicia Federal en el reclusorio Sur, por tener una conducta inadmisible luego de que resolviera a favor de Scherer y abogados afines, a quienes acusan de estar detrás de una presunta red de extorsión.
Pero en agosto del 2020 la imagen que tenía la Fiscalía del juez del Consejo de la Judicatura Federal era muy distinta, e incluso Delgadillo respaldó a la FGR en el caso de Rosario Robles, acusada por el escándalo de corrupción de la llamada “Estafa Maestra”.
En ese caso los lazos del juzgador eran bien conocidos: su tía era nada más y nada menos que Dolores Padierna, entonces vicepresidenta de la Cámara de Diputados y enemiga política durante los días de militancia en el PRD de la ex jefa de gobierno.
Un conflicto de antaño que mancharía el nombre de su tía y su esposo, el operador político René Bejanaro, quienes jamás pudieron limpiar su nombre. El pleito se remonta al 2004, cuando Bejarano fue exhibido recibiendo fajos de billetes de Carlos Ahumada, entonces ligado sentimentalmente a Rosario Robles. La familia de Delgadillo padierna quedó marcada.
“Conociendo de sus lazos familiares resolvió no sólo vincular a proceso a su defendida, sino enviarla a prisión aun y cuando el delito por el que es acusada es considerado como no grave y por tanto no amerita se le prive de su libertad”, dijeron en esa entonces los abogados de Rosario Robles. Sin embargo la FGR guardó silencio.
La propia Rosario Robles dejó entrever que los jueces que han llevado su caso fueron intimidados por el fiscal Alejandro Gertz Manero.
Sin embargo, hoy la postura dista mucho: y es que este jueves, Delgadillo Padierna desechó el caso Scherer y determinó no vincular a proceso a los abogados Juan Antonio Araujo Riva Palacio, César Omar González Hernández, Isaac Pérez Estrada y al asesor financiero David Gómez Arnau, quienes según el abogado priista Juan Collado forman parte de una red de extorsión.
Ante esto la FGR anunció que abrirá una carpeta de investigación penal sobre este asunto y presentará además una queja ante el CJF.
Sin embargo, Delgadillo Padierna no es un juez improvisado y estos conflictos con la Fiscalía no son nuevos.
Y es que los casos de alto perfil han sido lo suyo: desde el año 2018 ha aparecido en la prensa por ser el juzgador del caso del software espía Pegasus y el caso del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin. En ambos asuntos la FGR ha intentado pelear las decisiones del juez federal.
Hoy Delgadillo enfrentará estas acusaciones sin haber tenido mancha visible en el Poder Judicial de la Federación. En una búsqueda realizada en el sistema de servidores públicos sancionados de esta institución, Delgadillo Padierna no tiene ningún expediente en contra.
Sólo un curriculum gordo que revela que empezó desde muy abajo: como oficial administrativo, un cargo que consiste básicamente en tener aptitudes para trabajar en equipo y manejar computadoras. Así fue ascendiendo hasta llegar a secretario de juzgado y finalmente obtener la plaza de juez en el año 2016.
Delgadillo también es maestro: en Derechos Humanos, Impartición de Justicia y Género, en el Instituto de la Judicatura Federal.
DMZ