El ex senador panista Jorge Luis Lavalle Maury continuará en prisión, porque un Tribunal Federal rechazó concederle un amparo con el cual buscaba echar abajo el auto de vinculación a proceso que le fue dictado por su presunta responsabilidad en los delitos de asociación delictuosa, cohecho y por supuestamente recibir 97 millones 190 mil pesos para aprobar la reforma energética en el sexenio pasado, de los cuales lavó 52 millones 390 mil pesos.
Lavalle Maury argumentó que algunas de las pruebas de la Fiscalía General de la República (FGR) son ilegales, particularmente el video donde se observa a Rafael Jesús Caraveo Opengo, ex secretario de la Comisión de Administración del Senado, recibiendo fajos de billetes (12 millones de pesos), así como una conversación privada.
La defensa del ex legislador federal aseguró que tales pruebas no debieron ser tomadas en cuenta porque el video no se obtuvo con una autorización judicial, mientras que en el caso de la conversación se violó la confiabilidad.
Por unanimidad, los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal declararon infundados los alegatos, y señalaron que existen diversos datos de prueba que hacen presumir que Lavalle Maury es probable responsable de los delitos citados.
En un expediente de casi 400 fojas, se exhiben diversos momentos en los que supuestamente se cometieron los delitos, donde se toma como base las distintas declaraciones de personajes que probablemente estuvieron involucrados en esta trama de sobornos a legisladores panistas que fue denunciada por el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin.
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Por ejemplo, la declaración de Miguel Pérez Esquivel, chofer de Emilio Lozoya, quien manifestó a la FGR que en 2013 José Velasco Herrera le pidió llevarlo a las oficinas de Montes Urales 425, en las Lomas de Chapultepec para recibir un dinero por parte de Fabiola Tapia Vargas, hermana de Juan Carlos Tapia, dueño de Construcciones Industriales Tapia (Citapia), empresa que fue subcontratada por la constructora brasileña Odebrecht.
“Al llegar a Montes Urales el señor José Velasco se bajó del coche y yo lo estuve esperando en el vehículo, después de una hora bajó y no traía nada, por lo que le pregunté que si no habían llevado el dinero y me dijo que sí, pero que era mucho dinero y que mejor lo metió al baño de la oficina de Montes Urales 425”, dijo a la FGR.
Incluso narró que José Velasco, jefe de ayudantes de Emilio Lozoya, murió de un paro cardiaco debido a la presión y estrés, derivado por la perdida de dinero, lo que provocó el enojó del ex director de Pemex, porque los panistas que presuntamente eran sobornados por el gobierno de Enrique Peña Nieto reclamaron que no les llegó todo el dinero.
“Unos días después el licenciado José Velasco…estaba sudando y se veía profundamente estresado, se dirigió a la oficina que le tenía asignada en el mismo piso del director general, habiéndole llamado para comentarle que los cabrones del PAN le habían dicho al señor Emilio Lozoya que sólo les había entregado una parte del dinero que se había cobrado, ante esto, él me dijo consternado que él mismo había contado el dinero y que ésta gente nos estaba engañando…”, detalló Pérez Esquivel.
De igual manera, se mencionan pagos extraordinarios de Odebrecht por 10 millones 500 mil dólares a Emilio Lozoya, de los cuales medio millón de dólares fueron para apoyar la campaña de Javier Duarte de Ochoa para gobernador de Veracruz; 4 millones de dólares se le entregaron en reconocimiento a su apoyo por presentarles empresarios importantes, principalmente de Veracruz e Hidalgo y pagar gastos de la campaña presidencial de Peña Nieto; seis millones de dólares como pago extraordinario porque a Odebrecht se le adjudicó un proyecto en una refinería de Pemex.
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