El presunto desvío de recursos públicos para su campaña presidencial en 2018 no es el único señalamiento de corrupción en contra de José Antonio Meade, pues durante las investigaciones en los casos de Emilio Lozoya y Rosario Robles, el nombre del secretario de Estado durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ha salido a relucir en más de una ocasión.
En agosto del año pasado comenzaron las imputaciones en su contra cuando los abogados de Rosario Robles presentaron durante una audiencia el acta de entrega-recepción de la Secretaría de Desarrollo Social.
Con este documento, Meade se daba por enterado de las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación y que se referían a desvíos millonarios de recursos públicos en la gestión de Robles.
Pero de ese acto de omisión, Meade pasó a convertirse, según Emilio Lozoya, en participante directo en otros dos casos de sobornos; señalamientos que, hasta ahora, son los más graves en su contra.
“En ese contexto de ese contrato de Etileno XXI que Luis Videgaray Caso me informó que Braskem (filial del grupo Odebrecht) le debía dinero al grupo de Ernesto Cordero Arroyo y José Antonio Meade Kuribreña (funcionarios del gobierno federal de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa), el cual les sería pagado por conducto de Luis Videgaray Caso únicamente si les garantizaban la continuidad del contrato de Etileno XXI”, declaró Lozoya en la denunciada presentada el pasado 11 de agosto.
En esta acusación también se reveló que Meade recibió un soborno millonario, “de parte del jefe Videgaray”, en su casa ubicada en el exclusivo fraccionamiento en Fortín Chimalistac, alcaldía Coyoacán.
Esto habría ocurrido entre la noche del 15 y madrugada del 16 de septiembre de 2014, cuando Norberto Gallardo, entonces jefe de escoltas de Lozoya, entregó a Meade una maleta repleta de billetes de 500 y mil pesos, con un total de 4 millones de pesos.
“Al llegar al lugar saludé al señor de seguridad del entrada del fraccionamiento, quien igualmente me saludó, levantando la pluma de seguridad y permitiéndome el acceso hasta el domicilio del señor José Antonio Meade Kuribreña, punto al que llegue momentos después, percatándome que dicha persona ya se encontraba en la puerta de su domicilio.
“Acto seguido descendí del vehículo con el portafolio antes señalado que contenía la cantidad de 4 millones de pesos, procediendo a entregárselo en sus propias manos, con el mismo mensaje que me indicó el señor Rodrigo Arteaga Santoyo: ‘Aquí le manda esto el Jefe Videgaray’; y de igual manera el señor José Antonio Meade abrió el portafolio para verificar su contenido”, relató el entonces jefe de escoltas de Lozoya.
De acuerdo con el ex director de Pemex, esta práctica era recurrente durante el pasado sexenio priista y era operada de la misma manera: el dinero en efectivo era resguardado en la oficina alterna de Lozoya en Montes Urales 425.
Los montos a repartir en sobornos eran coordinados por Rodrigo Arteaga Santoyo, ex secretario particular de Lozoya, con el apoyo de Francisco Olascoaga, quien a su vez entregaba maletas o portafolios con dinero a Norberto Gallardo para que los repartiera a sus destinatarios finales.
bgpa