La juez Dana M. Sabraw de la Corte Federal del distrito Sur de California sentenció al mexicano Juan Manuel Álvarez Inzunza a pasar 188 meses en una prisión federal. Al estar detenido desde hace cinco años, le restaría una década más en custodia.
“En el transcurso de varios años, Estados Unidos interceptó miles de mensajes de Blackberry en los que Álvarez Inzunza organizaba la transferencia de millones de dólares en ganancias de drogas fuera de Estados Unidos a México y Colombia”, acusaron los fiscales en el memorándum de su sentencia en el cual pedían al juez aplicar una pena de 20 años de cárcel para este acusado.
Dichas intercepciones telefónicas mostraron “que Álvarez-Inzunza estaba en la cima de una conspiración de lavado de dinero y compra de droga que operaba con capas de asociados a través de múltiples países como Colombia, Panamá, Costa Rica y México”, confirma el mismo texto.
“También trabajó con algunos de los miembros de más alto nivel del Cártel de Sinaloa, incluidos socios cercanos de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán”, revelan los investigadores.
Conocido como el Rey Midas Álvarez Inzunza, es un licenciado en derecho a cuyo despacho en Culiacán, Sinaloa, comenzaron a llegar líderes del Cártel de Sinaloa que lo pusieron a cargo de transacciones con narcotraficantes colombianos, pero también para mover el dinero producto de las ganancias del negocio ilegal. Gracias a las llamadas interceptadas por la DEA al Rey Midas, el gobierno de Estados Unidos pudo incautar poco más de tres millones de dólares en operaciones realizadas en ciudades como Nueva York, Boston y Detroit.
Arrestado en marzo del 2016 en México y extraditado en junio del 2020 a los Estados Unidos, Juan Manuel Álvarez Inzunza signó un acuerdo de culpabilidad en mayo del 2021 en el cual aceptó los delitos de lavado a cambio de que le fueran suprimidos los cargos por haber conspirado para importar y distribuir cocaína y metanfetamina a los Estados Unidos.
“El señor Inzunza nunca antes había tenido problemas con la ley y ahora se encuentra aquí después de seguir un terrible camino que, irónicamente, esperaba lo llevaría a la estabilidad financiera para él y su familia”, dijo por su parte su abogado Frederick M. Carroll, quien pidió una pena de ocho años, alegando que su cliente “se ha dado cuenta de lo miserable que ha hecho la vida de su familia y de cómo, con su conducta criminal, ha arruinado todo lo que ayudó a construir para mantenerlos”.
Muchas de las llamadas interceptadas por la DEA a este personaje, las realizaba con un asociado en Colombia, Iván Alfredo Castro Santana, quien fue extraditado de aquel país en 2016 y un año después sentenciado a ocho años de prisión por el mismo delito de conspiración para lavar instrumentos monetarios.
Sin embargo, la importancia que tenía Álvarez Inzunza en la organización le mereció una pena mayor.
LG