Fue el refugio de Joaquín El Chapo Guzmán hasta que el capo estuvo a punto de ser recapturado hace unas semanas. Está fuertemente custodiado por decenas de efectivos de la Marina. Nadie puede ingresar al lugar, pero a MILENIO se le permitió el acceso a El Limón, municipio de Tamazula, pequeña ranchería en la punta de la fría sierra boscosa de Durango, distante de Cosalá, Sinaloa, a cuatro o cinco horas de transitar por destrozadas brechas. Eso depende de si llueve o no. Nosotros (el equipo de este diario y sus tres guías) nos atascamos una vez a pesar de que teníamos un vehículo todo terreno 4x4.
Hace unos meses el narcotraficante mandó construir aquí una casa nueva. El inmueble, de cemento (todavía está sin pintar), de aproximadamente 50 metros de frente por 10 de fondo, contrasta con las pequeñas y viejas edificaciones de ladrillo y adobe de los pobladores del lugar: cuatro casitas campesinas.
El refugio tiene tres habitaciones con tres camas cada una sobre enormes bases de cemento. Una gran cocina en forma de escuadra (10 metros de largo por tres de ancho), con dos refrigeradores grandes (inusuales en la serranía), horno con chimenea, fregadero y área para guardar utensilios de cocina. Una bodega (cuatro por siete metros) repleta de comida para semanas y hasta meses, según el producto almacenado. Café, huevos, sardinas, sopas, chiles, mieles, azúcar, sal, atunes, pastas, leche en polvo, salsas, aceites, maíz, lo que usted quiera.
En ese lugar, el almacén, hay una docena de baterías de coches que proporcionaban suficiente energía para conectar todo tipo de aparatos. También un panel solar.
Hay un baño con retrete, algo rarísimo en estas zonas campesinas, y otro espacio con una regadera, también insólito por aquí, según los pobladores.
Hay una quinteta de caballos de buen porte, no los habituales jamelgos rurales. Cerdos, vacas, gallinas.
El lugar tiene un gigantesco tanque de agua de reciente adquisición (se ve impoluto) con capacidad para 25 mil litros. Fue colocado en una loma, entre los pinos, detrás de la cabaña principal.
A unos 50 metros hacia abajo del monte están las casas originales del lugar. Ahí dormían los escoltas del capo, según nos explicaron los marinos que resguardan el sitio.
El inmueble de El Chapo tiene múltiples manchas de cemento resanado, boquetes por todos lados, como si hubiera recibido una verdadera lluvia de fuego. Una cochera rústica sin paredes, solo con un techo de madera y asbesto, quedó como coladera por impactos que parecen de bala.
Desde una terraza El Chapo podía observar buena parte de la serranía hacia dos puntos cardinales: el este hacia Durango y el oeste hacia Sinaloa. Por alguna de las cañadas de esos lugares huyó.
En el camino hacia el lugar, hacia El Limón, hay dos camionetas baleadas y una quemada. El propietario de una de éstas, dueño de la ranchería más cercana, El Águila, muestra su vehículo perforado por balazos cuya trayectoria parece apuntar hacia arriba, hacia el cielo. Su casa también tiene una docena de orificios. Y un altar de la Santa Muerte con una especie de manual para usarla en el hogar. Tiene una gigantesca cama con un colchón nuevo en un cuarto con paredes rosadas.
El hombre, Eraclio Peña, acusa a los marinos de disparar sin razón, niega ser cómplice del criminal, formar parte de su base social. Platicamos junto a su troca y a su cabaña.
—¿Cuándo ocurrió esto y a qué hora?
—El martes (6) por la mañana en el transcurrir de las de la 7:20 a la 7:30. Primero pasó una avioneta de dos motores. No pasaron cinco minutos cuando aparecieron cinco helicópteros de este rumbo para acá que agarraron hacia El Limón. Uno de ellos regresó al transcurrir lo más 10-15 minutos, el cual llegó disparando...
—¿Dispararon varias veces sobre tu casa?
—La primera vez que se puso en posición de disparar, disparó cerca de un minuto de armas potentes y de armas de menos grueso calibre...
—¿Sobre el piso y sobre tu casa?
–Síñor (mira a la cámara con ojos duros mientras remarca su acento norteño). Y la camioneta. Se encontraba mi esposa con una niña que tenemos de cuatro meses y mi suegro un maestro capacitador de Conafe. Y un cuñado y un primo.
El hombre dice que él se escondió en un monte porque los militares suelen llegar agresivos.
—¿Ustedes conocían, tenían tratos con ese señor que estaban persiguiendo, Joaquín El Chapo Guzmán?
—Nosotros de hecho ni lo conocemos a ese señor (se pone un poco nervioso). Si él en alguna ocasión se ha llegado a presentar para esta sierra la verdad nosotros desconocemos esas informaciones, porque la verdad (le piensa)... Si se ha llegado a presentar, él nunca ha llegado así, con violencia, como el gobierno...
—¿Ya presentaron denuncia ante derechos humanos?
—Síñor, también ante la PGR, lo cual, derechos humanos sí se ha visto que está trabajando, pero ante la PGR creo que no procedió la denuncia...
La Marina negó otra vez ante MILENIO que haya disparado contra civiles, o sus pertenencias. Afirma que si sus helicópteros hubieran hecho fuego, se hubiera tratado de artillería muy pesada, que habría hecho añicos techos y vehículos sin dejar pequeños orificios.
La CNDH emitió un comunicado este domingo (el 319/15) donde informa que se ha desplazado a la zona para indagar quejas sobre presuntas violaciones a los derechos humanos durante los operativos de la Marina en la región de Tamazula y Cosalá.
A unos minutos del refugio de El Limón, en lo más alto de la montaña, rodeada de busques y semicubierta por neblina, hay una pista donde el gobierno federal asume que aterrizó una avioneta que transportó a El Chapo desde San Juan del Río, Querétaro. La Marina la inhabilitó ya con cuatro zanjas enormes.