"Se ha logrado el objetivo más importante en el combate contra el crimen organizado, la detención del criminal más buscado en México", es la frase con la que el gobierno federal anunció en febrero de 2015 la aprehensión definitiva de Servando Gómez Martínez.
Mejor conocido como La Tuta, el fundador de Los Caballeros Templarios se convirtió en el principal objetivo de la administración de Enrique Peña Nieto luego de que Joaquín El Chapo Guzmán fuera detenido por segunda ocasión en febrero de 2014 durante un operativo desplegado en un hotel de Mazatlán, Sinaloa.
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Y no era para menos, pues la amplia trayectoria delictiva que Servando Gómez Martínez acumulaba en aquellos años desató una serie de enfrentamientos entre grupos de autodefensas, cárteles de la droga y fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno en el estado de Michoacán.
El historial criminal de La Tuta quedó plasmado en múltiples documentos judiciales de México y Estados Unidos, sin embargo, antes de convertirse en uno de los narcotraficantes más buscados, el líder criminal michoacano había elegido dedicar su vida a la educación al convertirse en maestro de primaria, una noble profesión cuya influencia continúa siendo parte importante para la construcción de la sociedad.
Los inicios de “El Profe”
Ubicado en la zona centro occidente, Michoacán -conocido también como "el alma de México"- vio nacer a mediados de los años 60's a un hombre que cambiaría para siempre no solo el rumbo del hampa del país sino también la vida de miles de habitantes de distintos municipios y comunidades de su estado natal.
Su nombre es Servando Gómez Martínez y, de acuerdo con información recopilada por InSight Crime, era originario del municipio de Arteaga en donde tras concluir sus estudios como maestro normalista comenzó a impartir clases en una escuela primaria.
Fueron entre 10 y 15 años los que El Profe -alias que le fue adjudicado por las comunidades de Michoacán- ejerció la docencia, no obstante, también se dedicaba al cultivo de tomate, maíz y melón, según da cuenta la cadena BBC.
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Reportes periodísticos locales apuntan a que Servando Gómez era un maestro dedicado a sus alumnos, responsable con sus tareas como docente, pero también en el ámbito social, pues se le atribuyó la fundación de centros de rehabilitación para personas con problemas de adicciones.
Mientras El Profe hacía su intento por aportar algo positivo a las infancias de las comunidades y rancherías michoacanas, el estado poco a poco comenzaba a padecer los estragos de la intromisión de un poderoso cártel proveniente del noreste del país que estaba dispuesto a desplazar a bandas locales para controlar municipios clave para el trasiego de drogas: Los Zetas.
Un artículo publicado por la BBC señala que fue en 2001 cuando Servando Gómez Martínez cambió las aulas por el campo de guerra, sin embargo, su nombre continuó plasmado en la nómina de la Secretaría de Educación Pública (SEP) al menos hasta 2010.
La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios
Con el violento avance del sanguinario cártel de la última letra, Michoacán se convirtió en la génesis de múltiples grupos de autodefensas que, cansados de la violencia e ineficacia de las autoridades, buscaron justicia por su propia mano.
Encabezados por un hombre conocido como Nazario Moreno González El Más Loco, un grupo de civiles se armaron para hacerle frente a aquellos individuos que buscaban apoderarse de sus comunidades, un episodio que marcó el origen de La Familia Michoacana.
"La Familia Michoacana se formó por la fusión de operadores reclutados en las células de Los Zetas en Michoacán y criminales pertenecientes o vinculados con el derrotado Cártel del Milenio [...] En su carta de presentación, distribuida ampliamente entre la población de Michoacán, La Familia Michoacana dio a conocer públicamente sus principios rectores, una suerte de ideario que incluía el 'matar en cumplimiento de la justicia divina´, respetar a las mujeres y a las personas inocentes, combatir la extorsión, el robo, el secuestro y la violencia", se explica en el Atlas de la Seguridad y la Defensa de México 2016 realizado por el Colectivo de Análisis de Seguridad con Democracia.
La naciente organización delictiva también se comprometió a eliminar del territorio la venta y consumo de drogas -en específico de metanfetaminas-, además de establecer centro para la rehabilitación de adictos a través del uso de técnicas psicológicas basadas en la visión profética de Nazario Moreno González.
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En pocos años, con El Más Loco y La Tuta en sus principales filas, La Familia Michoacana logró la expulsión de Los Zetas en Michoacán, recuperando un cierto orden y seguridad en la región. No obstante, el negocio de los narcolaboratorios de metanfetaminas así como el control de las rutas del Pacífico y del puerto de Lázaro Cárdenas eran un jugoso negocio que no estaban dispuestos a perder.
Fue cuestión de tiempo para que aquel grupo de supuestas autodefensas comenzara a involucrarse en actividades del narcotráfico, minería ilegal y extorsión, la cual enmascaraban entre la población como un "impuesto de seguridad".
En medio de la llamada Guerra contra el Narcotráfico, Nazario Moreno González fue abatido en un operativo desplegado por fuerzas de seguridad federales en diciembre de 2010. La muerte del líder criminal generó que La Familia Michoacana se faccionara, dejando un liderazgo que Servando Gómez Martínez no estuvo dispuesto a perder.
En marzo de 2011, en diversas comunidades de Michoacán se anunció con bombos y platillos la llegada de una nueva organización delictiva con tintes pseudoreligiosos que prometía llevar seguridad a la ciudadanía: Los Caballeros Templarios.
"En su presentación, Los Caballeros Templarios proclamaron su intención de continuar con el trabajo desinteresado en beneficio de la población [...] se declararon en contra de la extorsión y del secuestro y anunciaron su voluntad de defender el territorio michoacano de los grupos criminales externos. Sin embargo, al igual que ocurrió con La Familia Michoacana, se caracterizaron por ser una organización criminal territorial depredadora, que hizo del control y de la explotación de la región su único objetivo", se lee en una segunda parte del Atlas de la Seguridad y la Defensa de México 2016 difundido por el Senado de la República.
El liderazgo que Servando Gómez Martínez asumió en Los Caballeros Templarios mutó su alias de El Profe a La Tuta, pseudónimo con el que comenzó a ser identificado entre las autoridades que investigaban el largo historial que la organización delictiva acumulaba y que contemplaba delitos como la extorsión, la minería ilegal, el robo, producción, tráfico y expendio de drogas -particularmente de metanfetaminas- y la explotación de la prostitución.
La actitud mediática y la captura de "La Tuta"
Su pasado como profesor, sumado a la ideología religiosa a través de la cual legitimó a Los Caballeros Templarios le dieron a La Tuta la oportunidad de estructurar una base social de apoyo en Michoacán.
Con el respaldo de comunidades, Servando Gómez Martínez se convirtió en uno de los pocos capos del narcotráfico en mostrarse abiertamente en cámaras, al grado de publicar videos en YouTube o conceder entrevistas a periodistas para dar a conocer su misión y la de su organización delictiva.
En agosto de 2012, La Tuta publicó un video en donde a lo largo de 11 minutos aseguró que Los Caballeros Templarios tenían intenciones pacíficas y se refirió a la organización como "un mal necesario".
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Un año más tarde volvió a aparecer en cámara para denunciar un supuesto financiamiento por parte del gobierno federal a grupos de autodefensas y cárteles rivales, por lo que les pidió no tomar partido y garantizar la seguridad de la población michoacana.
Servando Gómez Martínez no tenía conflictos tampoco en aceptar que se dedicaba al narcotráfico públicamente, una actitud que no suele ser común entre líderes de organizaciones delictivas pero que, en él, denotaba una actitud desafiante pero con tintes altruistas.
La Tuta fue finalmente aprehendido en febrero de 2015 en una casa a las afueras de Morelia y procesado por delitos relacionados con la delincuencia organizada, delitos contra la salud, privación ilegal de la libertad y robo calificado.
Por dichas acusaciones permanece recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No.1 desde donde ha denunciado tratos crueles e inhumanos que contrastan con la vida de tranquilidad que algún momento disfrutó al ser únicamente El Profe de Michoacán y no un líder criminal.