A partir de hoy seis carteles mexicanos dedicados principalmente al narcotráfico, entre ellos el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, ya son, oficialmente, considerados como grupos terroristas internacionales por el gobierno de los Estados Unidos (FTO por sus siglas en ingles).
El Departamento de Estado de los Estados Unidos, a través de su titular Marco Rubio, publicó el decreto en el que se concluye que los cárteles cumplen con los criterios establecidos en la Ley de Inmigración y Nacionalidad de este país para ser tipificados como “organizaciones terroristas foráneas. Lo hizo tras un trabajo conjunto con fiscales del Departamento de Justicia y expertos del Departamento del Tesoro.
Lo anterior, según dicha ley, significa que los carteles cumplen con tres requisitos; ser grupos que operan fuera de los Estados Unidos, estar implicados en actos terroristas o tener la capacidad para hacerlo, y representar una amenaza para la población de ese país.
El archivo integrado para esta designación por el Buró contra el Terrorismo no es público, sin embargo, fuentes del gobierno de Trump indicaron a MILENIO que la consideración se apoya en el análisis previo que 21 fiscales generales de justicia del mismo número de estados republicanos realizaron para equiparar las actividades del Cartel de Sinaloa, CJNG y otros con actividades terroristas, y que las separan de meras actividades comerciales de tráfico de drogas.
“Los mismos cárteles que producen y trafican este peligroso químico (el fentanilo) también están asesinando a rivales y funcionarios del gobierno, emboscando y matando a estadounidenses en la frontera, y llevando a cabo una insurgencia armada contra el gobierno mexicano. Esta peligrosa actividad terrorista que ocurre en nuestra frontera no disminuirá a menos que intensifiquemos nuestra respuesta”, señala dicho análisis.
De acuerdo con los documentos estas son los acciones de dichos grupos criminales que los emparejan con el perfil de los grupos terroristas internacionales previamente designados.
Su “ejército” a la puerta de la frontera
El primer factor de preocupación que los republicanos advierten como justificación para equiparar a los cárteles como grupos terroristas es su organización paramilitar y capacidad de fuego, y su cercanía con la frontera entre ambos países. El referido oficio lo menciona de esta manera:
“Los cárteles de la droga mexicanos amenazan nuestra seguridad nacional más allá de la venta de estas drogas mortales. Durante la última década, los cárteles de la droga mexicanos han desarrollado fuerzas armadas bien organizadas para proteger su despreciable comercio de sus rivales y del gobierno mexicano (...) La existencia de tales fuerzas justo al otro lado de nuestra frontera terrestre suroeste representan una amenaza a nuestra seguridad nacional mucho mayor que la de una empresa típica de tráfico de drogas”, indican los fiscales.
De lo mencionado por el documento en este apartado sobra evidencia pública. Durante años la propagada difundida por los grupos criminales, pero también los operativos y decomisos realizados por autoridades, prueban que estos cuentan con armamento de uso exclusiva de fuerzas armadas, artefactos explosivos, uniformes tácticos, vehículos armados y blindas, etc.
En múltiples ocasiones esa fuerza bélica se ha utilizado en asesinatos de ciudadanos mexicanos, pero también de estadounidenses. Además, existen atentados contra la población civil registrados como los granadazos en Morelia, Michoacán, en pleno festejo de independencia de 2008.
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Incapacidad oficial para controlarlos
Ligado al punto anterior los fiscales consideran como un agravante para la designación de los carteles como terroristas la aparente incapacidad de autoridades mexicanas para hacer frente a estas “fuerzas armadas” criminales. Textualmente lo refieren como “la incapacidad del gobierno mexicano para controlarlas”.
Este punto ha sido una narrativa reiterada de la administración de Trump para justificar la designación. No solo el presidente sino diversos miembros de su gabinete como los titulares de Defensa o de Estado han insistido que los grupos criminales en diversos momentos han rebasado las capacidades del Estado Mexicano
Uno de los ejemplos reiterados y registrados por medios y análisis en Estados Unidos para incluso ponderar los riesgos de un ataque armado fueron los hechos ocurridos el 17 de octubre de 2019 en lo que se ha denominado como “la Batalla de Culiacán”, en donde el Cártel de Sinaloa consiguió con un gran despliegue armado forzar a dicho grupo criminal a liberar a Ovidio Guzmán.
Nexos con Hezbolá
Otra acción que ha sustentado la petición de equiparar a los cárteles con terroristas es su supuesta colaboración y nexos con grupos terroristas de Oriente Medio que ya han sido designados previamente como organizaciones con actividades terroristas. Una situación que, de acuerdo con los fiscales estadunidenses, es aún más riesgosa por la cercanía de México con el territorio continental de la Unión Americana.
“Esta amenaza se agrava aún más debido a los vínculos conocidos entre los cárteles de la droga mexicanos y organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés) como Hezbolá, que ya tienen la intención de hacernos daño. Nuestra seguridad nacional requiere que el gobierno federal interrumpa esta colaboración entre los cárteles y los grupos terroristas.
Como fuente para sustentar lo anterior los fiscales incluyen referencias a hallazgos de la DEA en donde se advierten de supuestas colaboraciones entre carteles del narcotráfico de América Latina con grupos terroristas de medio oriente que también obtienen ingresos como resultado del tráfico de drogas.
Desde hace varios años políticos en Estados unidos han hecho referencia al riesgo de que terroristas ingresen por su frontera sur en el contexto de una migración ilegal descontrolada. México ha rechazado que esto ocurra, pero para la administración de Trump es un riesgo latente.
La “guerra química”
El cuarto punto de relevancia que los fiscales de EUA identifican como una amenaza extraordinaria equiparable al terrorismo son las actividades de suministro y distribución de fentanilo que los cárteles mexicanos llevan a cabo en territorio estadounidense.
Lo anterior ya que, según cifras recuperadas en el documento y provenientes de análisis de la DEA, el fentanilo es la droga “más letal” que jamás se haya distribuido en calles de los estadunidenses, y que en promedio cobra la vida de 196 personas en territorio estadounidense. Es, dicen los fiscales, el equivalente a que cada día se estrellara un Boeing 757-200 y murieran todos sus pasajeros u tripulantes.
Es tal la amenaza para los estadounidenses de esta situación, dicen los fiscales, que el escenario es equiparable a una guerra química pues se trata de una sustancia fabricada artificialmente que daña la salud de quien la consume.
“Los cárteles de la droga mexicanos están llevando a cabo esencialmente una guerra química contra los estadounidenses comunes, afectando a cada comunidad, pueblo y ciudad de nuestra nación. Es hora de responder”, indicaron los fiscales en su análisis.
LG