Los 310 kilómetros de miedo

Historias | INSEGURIDAD EN TAMAULIPAS

La PF reforzó los patrullajes en la Carretera 101, donde el 7 de marzo pasado fueron bajados de un autobús 19 migrantes; hasta ahora se tienen solo “teorías” de su paradero: que si fue el 'narco', que si saltaron un filtro de revisión...

En San Fernando ven con tristeza que se les estigmatice por estos casos.
Ignacio Alzaga
Tamaulipas /

Esta es una de las rutas de alto riesgo para quienes intentan cruzar sin documentos a Estados Unidos. Trescientos diez kilómetros de Ciudad Victoria a Reynosa, donde migrantes “desaparecieron” en el kilómetro 79 del tramo Urracas, sin que al momento se conozca su paradero.

“¿Dónde están los mojados?”, preguntó, fusil en mano, uno de los integrantes del comando que el 7 de marzo, según testigos, bajó a 19 migrantes del autobús de la línea Transpaís que hizo su recorrido en una carretera en la que hay puestos de inspección y vigilancia estatal, militar y federal.

MILENIO recorrió este trayecto en el que la Policía Federal (PF) reforzó patrullajes y tareas de seguridad para evitar que vuelvan a bajar a personas de autobuses. 

Carretera federal 101, trecho Ciudad Victoria-Reynosa, trayecto que en camión cuesta 534 pesos, que con temor paga Vanesa, una joven obrera. Pese al incidente del 7 de marzo, los autobuses de la empresa Transpaís no han alterado su itinerario, al igual que los de otras líneas, tráileres, vehículos privados y transportistas.

No hay peaje, pero el camino es bastante bueno, constantemente se observan patrullas de la PF, también circulan las de auxilio carretero de la policía de Tamaulipas; a simple vista no hay algo que revele que pueda ser una ruta en la que secuestran migrantes.

Con dirección a Reynosa, kilómetro 134+300 del tramo Ciudad Victoria-Matamoros, está el Puesto Militar de Seguridad Estratégico La Coma, donde según un reporte oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional “se realizaron los procedimientos de revisión al automotor en donde se trasladaban 44 personas, entre ellas las (19) que posteriormente desaparecieron”.

Ese día el parte informativo reveló que militares respetaron el libre tránsito de las personas y sus derechos humanos, sin que se detectara “actitud irregular o sospechosa” del conductor y pasajeros.

Aunque la “desaparición” de los 19 migrantes ocurrió en Reynosa, el caso hizo recordar la masacre de 72 indocumentados en San Fernando, cuya entrada está a la altura del kilómetro 165.

En el kilómetro 200+300 está el puesto de vigilancia permanente de la PF y policía estatal, en el punto conocido como “la Y”.

La garita del Instituto Nacional de Migración (INM) está 16 kilómetros adelante; una instalación “fantasma”, las oficinas están vacías, no hay un solo funcionario. 

Afuera hay patrullas de la policía estatal y los vehículos pasan sin ser revisados; sólo un vigilante de seguridad privada  permanece en una caseta que tiene las ventanas cubiertas con la misión de "custodiar" las instalaciones.

El recorrido continúa, antes de llegar a Reynosa (frontera con McAllen), hay un “filtro” o “punto de disuasión” de la policía estatal de Tamaulipas; costales de arena protegen las  barricadas instaladas a un costado de la carretera, incluso hay una cabina de vigilancia colocada sobre una grúa para observar metros arriba.

Pese a que es la entrada o salida de Reynosa, solo hay cuatro policías asignados en este lugar, que cubren turnos de 24 por 24 horas, admite uno de los oficiales. Acepta que se grabe voz de su testimonio.

“Nuestra función es velar por la seguridad de los turistas, de todos los paseantes que vienen, los que salen, así como verificar que cada unidad, que cada vehículo que pasa traiga nada ilícito, droga, armamento, ese tipo de cosas.

—¿En el caso de migrantes?

—A las personas que pasan por aquí en sus vehículos se les pide una identificación, toda persona mexicana trae su identificación, credencial de elector, si nos topamos con una persona extranjera, ‘ilegal’ en el país se pone a disposición de la agencia de migración… no estamos verificando autobuses, migración los revisa, más para allá se ponen los de migración, igualmente allá está el retén de la Sedena.

—¿Qué sabe de los 19 migrantes que bajaron?

—Esa situación la desconozco que sea verídica.

Tranquilidad

La plaza principal de San Fernando luce tranquila; recientemente el alcalde José Ríos encabezó los festejos por el  270 aniversario del municipio; hubo baile, carrera ciclista, mariachi, desfile, cabalgata, juegos pirotécnicos, tocaron Los Herederos del Norte, Los Chairez… y se coronó a la “Corte Real 2019”, integrada por Joselin como reina y Alondra, como duquesa. No se reportó incidente alguno. “Mamá Bonita”, como le dicen a esta mujer de 60 años, dice: “Los habitantes de San Fernando vemos con tristeza, a veces con enojo e impotencia, que cuando hay una tragedia o algo pasa a migrantes, la gente piense en San Fernando. 

Un funcionario local se quejó de que el estigma hacia el municipio ahuyentó inversiones de Toyota, pero asegura que la situación cambió a tal punto que “hay pláticas” con Kia para que se instale aquí.

De lo que ocurrió  con los 19 migrantes hay varia “teorías”: que se los llevaron para evitar el punto de revisión de migración, que los llevaron a casas de seguridad en espera de "pasarlos del otro lado”... que los secuestraron para exigir rescate… que los reclutó el narco.


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