Fuerzas federales y el gobierno de Michoacán tienen en la mira a las cabezas de ocho organizaciones criminales, la mayoría aliadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mismas que por años han sembrado el terror en la entidad a través de diversos delitos, que van desde narcotráfico, extorsión, secuestro y asesinato.
Por ello, la Fiscalía General del Estado (FGE) ofrece recompensas que van de los cien mil hasta el medio millón de pesos por los dirigentes de estos grupos delictivos.
¿Quiénes son los más buscados de Michoacán?
El monto más alto es de 500 mil pesos y se ofrece por William Edwin Rivera Padilla, El Barbas, líder regional del CJNG, quien es el presunto responsable del grupo criminal bajo las órdenes de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
el datoRecompensa por El Mencho
Cabe señalar que por El Mencho, Estados Unidos ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
Los otros personajes por quien se ofrecen montos de cien mil pesos son aliados del CJNG y han sido identificados como Nicolás Sierra Santana, El Gordo Viagra o El Coruco.
Así como su hermano Gabino, El Ingeniero, ambos líderes del grupo criminal Los Viagra, y de quienes se cree que están detrás del homicidio del ex fundador de las autodefensas Hipólito Mora Chávez, emboscado en La Ruana, municipio de Buenavista, el 29 de junio de 2023.
Además, sobresale el nombre de César Alejandro Sepúlveda Arellano, El Botox y su primo Andrés Alejandro Sepúlveda Álvarez, Jando o El Fresa, mismos que encabezan el grupo criminal Los Blancos de Troya, aliado a Los Viagra.
Otros de los asociados al CJNG es el clan Álvarez Ayala, dirigido por los hermanos Ramón y Rafael, El R1 y El R2, respectivamente, consideradas las personas más cercanas a El Mencho.
En Michoacán también opera el Grupo Delta del CJNG cuya cabeza es una persona que se hace llamar El Señor 03.
¿Quiénes se disputan el estado?
En la disputa por el control criminal en el estado sobresale Alan Martínez Durán, El Primo o El Comandante X, quien supuestamente formó parte de La Familia Michoacana y hoy es uno de los delincuentes más sanguinarios y que busca apoderarse de diversos poblados de la región de Zinapécuaro, entre otros.
Se conoce que El Primo rompió con el CJNG, por lo que actualmente se enfrenta a uno de los bastiones de El Mencho conocido como Los Correa.
De acuerdo con funcionarios estatales y federales, los únicos grupos delincuenciales que enfrentan al CJNG son los dirigidos por El Primo y un reducto de Los Caballeros Templarios que está intentando reorganizarse.
Mientras tanto, grupos armados civiles, entre ellos ex autodefensas, de los municipios Los Reyes, Tepalcatepec, Tingüindín, Peribán, así como guardias comunales indígenas son los que hoy hacen frente a las organizaciones criminales que pretenden someterlos.
Origen del crimen organizado en Michoacán
La guerra entre grupos criminales en Michoacán nació en septiembre de 2006, días antes de que Vicente Fox dejara la presidencia de la República.
El evento que marcó está disputa fue el rompimiento entre los cárteles de La Familia Michoacana y Los Zetas, estos últimos que aún estaban aliados al Cártel del Golfo.
Carlos Rosales Mendoza, El Tísico, líder de La Familia Michoacana, y su compadre Osiel Cárdenas Guillén, El Mata Amigos, capo del cártel del Golfo, mantuvieron una alianza criminal, pero tras la captura de ambos en 2003 y 2004, todo se vino abajo.
El 6 de septiembre de 2006, cinco cabezas humanas fueron arrojadas en la pista de baile del bar Sol y Sombra, en Uruapan. Las víctimas eran integrantes de Los Zetas.
En esta época, La Familia Michoacana era dirigida por Nazario Moreno González, El Chayo o El Más Loco, quien comenzó su carrera delictiva en Estados Unidos, cuando entró como inmigrante a California, donde empezó a transportar y vender marihuana.
En 1994, El Chayo fue detenido en McAllen, Texas, por transportación de droga, pero recuperó su libertad; en 2003, la Corte del Distrito Sur de Texas libró una orden de aprehensión en su contra.
Nazario Moreno trabajó a principios del 2000 para el líder del cártel de Los Valencia, Armando Valencia, El Maradona, pero respondía directamente a las órdenes de Carlos Rosales, El Tísico, quien después se convirtió en compadre del capo Osiel.
Gracias al compadrazgo entre El Tísico y Osiel, en 2001 llegaron Los Zetas a Michoacán, para acabar con Los Valencia, por lo que Nazario se alió con Carlos Rosales.
Tras la captura de Osiel y El Tísico, El Más Loco tomó el control en Michoacán y comenzó una guerra contra Los Zetas.
El septiembre de 2006, el fanático religioso ordenó decapitar a cinco integrantes de Los Zetas, comenzando así un baño de sangre.
Nazario era el líder e ideólogo de La Familia y presuntamente contrató y llevó a Michoacán a conferencistas en temas de superación personal, entre ellos a Miguel Ángel Cornejo, Carlos Cuauhtémoc Sánchez y Alex Dey, entre otros, para ofrecer pláticas a grupos de todas las edades con el propósito de regenerar a alcohólicos y drogadictos que arribaban a Morelia.
Así lo describió Nazario en sus memorias, las cuales están plasmadas en el libro Me Dicen: El Más Loco, Diario de un Idealista, y cuyos derechos tiene la viuda del ideólogo del citado grupo, donde asegura que de 2006 a 2009 lograron rehabilitar a 47 mil personas.
El libro comenzó a circular, después de que el Gobierno Federal aseguró que el narcotraficante había muerto tras un operativo de la Policía Federal.
¿Qué se sabe de Nazario Moreno?
MILENIO buscó en su momento a los conferencistas para corroborar la versión, por lo que se hicieron llamadas telefónicas y se enviaron correos electrónicos, siendo Carmen Herrera, secretaria particular de Miguel Ángel Cornejo, la única persona que contestó a la petición.
Después de revisar los archivos del Colegio de Líderes, la mujer contactó a MILENIO y comentó que en sus registros no aparecía ni una contratación realizada a nombre de Nazario Moreno.
En la página 48 del libro, Nazario describe las “buenas intenciones” que según él tenía para ayudar a la población de Michoacán, pero aseguraba que no todas las podía cumplir.
Nazario también contaba cómo vivió su niñez en su estado natal, su internamiento en Estados Unidos –donde comenzó a vender marihuana en escuelas públicas–; además de su cruzada para erradicar a Los Zetas de la entidad.
Sin embargo, en su libro ponía énfasis a su labor humanitaria, pues aseguraba tener bastantes recursos, no sólo producto de la venta de marihuana, sino de otros negocios que pudo concretar.
Demasiado dinero lo llevó a convertirse en un “vulgar alcohólico”, por lo que se acercó a un profesor que estimaba mucho, de nombre Juan Escobedo Aguirre, quien lo invitó a unirse a la agrupación Alcohólicos Anónimos (AA). El adoctrinamiento en AA, le causó un impacto emocional.
Fue así como se aficionó en el tema de las sociedades secretas a nivel internacional; estudió la masonería y se relacionó con grupos que profesaban ideales secretos de superación mundial.
RM