'Los Tlacos': origen y disputas del grupo delictivo que busca controlar la capital de Guerrero

El asedio de grupos delictivos a transportistas ha dejado a su paso una incesable ola de violencia que mantiene paralizada la zona centro del estado.

Los Tlacos: el grupo delictivo que busca controlar Chilpancingo de los Bravo
Anel Tello
Ciudad de México /

Los grupos delictivos que mantienen a la zona centro de Guerrero sumergida en un interminable espiral de violencia por fin lograron acordar una tregua. De acuerdo con las declaraciones que el director de Centro de Derechos Humanos 'Minerva Bello' dio en entrevista con Alejandro Domínguez para Milenio Televisión, Los Tlacos y Los Ardillos pactaron respetar los negocios que cada bando tiene en Chilpancingo de los Bravo.

“Por voluntad de las dos partes involucradas, el líder de Los Tlacos y el líder de Los Ardillos, hubo una comunicación por iniciativa de Los Tlacos; a mí me pidieron poder acercar esta comunicación con el líder de Los Ardillos, Celso Ortega, y hubo un puente, una comunicación, que logró que pudieran ponerse de acuerdo y hacer una tregua de no enfrentamiento”, indicó el sacerdote Filiberto Velázquez.

El acuerdo entre ambas organizaciones delictivas se suscitó tan solo un día después de que sacerdotes de la zona centro convocaron a un ayuno y oración por la pacificación de Guerrero ante los incesables episodios de violencia que se han perpetrado en las últimas semanas como parte de la disputa que células delictivas protagonizan por el control de plazas y negocios.

“No se ha logrado. Los obispos de Guerrero empezamos a buscar diálogos con jefes que pueden darnos la paz, pero todavía se mueven intereses en el corazón y la cabeza de cada uno”, indicó el pasado 14 de febrero el sacerdote de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Jesús González Hernández.

Si bien los esfuerzos de los sacerdotes derivaron de los asesinatos a transportistas registrados durante los primeros meses del año en curso, ésta no es la primera vez que buscan un acercamiento con líderes criminales para mediar los conflictos que existen en el estado.

En julio de 2023, el obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, concedió una entrevista para el medio local Quadratín en la que explicó -entre muchas otras cuestiones- que una solución para la pacificación de la capital de Guerrero y la zona centro era el desligue del gobierno que encabeza Norma Otilia Hernández con los Señores de Tlacotepec, una célula delictiva mejor conocida como Los Tlacos.

“Para mí la solución de Chilpancingo es que se desligue el gobierno de los Señores de Tlacotepec [...] El día que la presidenta se desligue de ellos, ese día viene la paz, tienen paz”, indicó a lo largo de la entrevista el obispo emérito Salvador Rangel.
Nuevo video de la reunión de Norma Otilia Hernández con integrante de grupo criminal 'Los Ardillos'

Las declaraciones del sacerdote surgieron semanas después de que se viralizó una grabación en la que se aprecia a la presidenta municipal de Chilpancingo desayunando con el supuesto jefe de Los Ardillos, grupo rival a los Señores de Tlacotepec.

Aquel controversial encuentro encendió las alertas sobre un posible ‘narcogobierno’ en la capital guerrerense pues ambas organizaciones delictivas han sido identificadas como las responsables de la violencia que permea en la zona. 

Si bien ya es pública la tregua a la que llegaron Los Ardillos y Los Tlacos, ambas organizaciones delictivas también se enfrentan a la inminente expansión de la Familia Michoacana con la cual aún no existen acuerdos para controlar distintos municipios y zonas clave del estado de Guerrero. 

¿Cuál es el origen de ‘Los Tlacos’?

Los Tlacos | Redes Sociales

Durante la primera década de los años 2000's, cuando el Cártel de Sinaloa logró ubicarse en la cúpula del narcotráfico en México bajo el liderazgo de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, el estado de Guerrero se encontraba bajo el control de unos de sus socios más cercanos: el Cártel de los Beltrán Leyva.

El mapa del hampa del país se reconfiguró tras la ruptura de aquella alianza conocida como La Federación, además del abatimiento de Arturo Beltrán Leyva durante un operativo de la Secretaría de Marina (Semar) desplegado en Cuernavaca en 2009.

De este modo, el imperio criminal que los hermanos Beltrán Leyva crearon en el estado comenzó a fraccionarse en múltiples células delictivas que, hasta la actualidad, protagonizan disputas por el control de rutas y municipios claves para sus actividades delictivas.

El aumento de la violencia y de organizaciones delictivas provocó también el surgimiento de grupos de autodefensas, tal y como fue el caso de la Policía Comunitaria General Heliodoro Castillo quienes, en su afán de proteger su comunidad, designaron a un brazo armado encargado en primera instancia de expulsar a células criminales: Los Tlacos.

De acuerdo con reportes de prensa local, el grupo armado terminó por consolidarse en 2017, es comandado por Onésimo Marquina Chapa -alias El Necho- y su centro de operaciones se ubica en el municipio de General Heliodoro Castillo, cuya cabecera es Tlacotepec.

Con el paso de los años, Los Tlacos pasaron de ser autodefensas a un grupo generador de violencia en distintos municipios de la zona centro de Guerrero a los cuales se les atribuyen delitos como secuestro, extorsión, asesinatos, narcomenudeo, así como la explotación minera y de madera.

Los Tlacos' envían mensaje a extorsionadores y alcalde de Guerrero

En 2021 el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan publicó un informe en el que detalló que los Señores de Tlacotepec, además de tener presencia en General Heliodoro Castillo, lograron expandir su dominio a municipios como Leonardo Bravo, Eduardo Neri, Apaxtla, Teloloapan, Iguala de la Independencia, Buenavista de Cuellar, Huitzuco de los Figueroa, Juan R. Escudero y, por supuesto, Chilpancingo de los Bravo.

Dos años más tarde, la misma organización defensora de derechos humanos difundió un mapa sobre la presencia criminal del estado en donde continuó sosteniendo que Los Tlacos operan en la zona centro, norte y montañosa del estado de Guerrero en donde mantienen rencillas con otras células delictivas, en especial con Los Ardillos y la Familia Michoacana.

La disputa de 'Los Tlacos' por Chilpancingo de los Bravo

Aunque en 2020 la Plataforma de Proyección de Datos Abiertos realizada por el Programa de Política de Drogas apuntó que en Guerrero operaban al menos 14 células y organizaciones delictivas, un año más tarde el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan ajustó la cantidad a 22.

Es así como rutas clave como la de Carrizalillo, Quechultenango, el crucero de Mezcala o el de Xochilpala y Filo de Caballos, además de diversos municipios son disputados por los grupos criminales que ahí operan, no obstante la capital del estado continúa siendo una de las plazas más codiciadas.

Al ser el epicentro de múltiples actividades económicas, tanto Chilpancingo de los Bravo -cuyo gobierno encabeza Norma Otilia Hernández- como la región de la montaña y la Costa Chica son actualmente disputados por Los Tlacos y Los Ardillos.

Según un reciente informe difundido por InSight Crime, ambas organizaciones delictivas luchan entre sí para controlar la extorsión, una economía criminal que ha cobrado relevancia luego de que el tráfico de marihuana y amapola perdiera fuerza ante el auge de las drogas sintéticas. 

"Los grupos criminales han extendido el cobro extorsivo al transporte público, tiendas, operadores turísticos, eventos religiosos, empresas mineras e incluso a comercios de productos cotidianos. Con esto, la violencia se ha expandido hacia estos sectores, pues quienes se niegan a pagar los cobros o a cumplir las normas, corren el riesgo de ser asesinados", señaló en un artículo la fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional de América Latina y el Caribe.

Dicho sistema de extorsiones le permite a las organizaciones delictivas ejercer una gobernanza criminal que les da poder sobre diferentes escenarios de la vida cotidiana de las comunidades, tal y como recientemente se ha percibido en la capital guerrerense.

A través de redes sociales, supuestos integrantes de Los Ardillos y Los Tlacos se atribuyeron episodios violentos perpetrados en contra de choferes de Chilpancingo de los Bravo, no obstante y tras la tregua que acordaron se espera que los servicios de transporte público se regularicen durante los próximos días en la capital guerrerense. 

ATJ

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