La Fiscalía General de la República (FGR) y la Interpol están a la caza de Emilio Lozoya Austin, así como de la madre, la hermana y la esposa del ex director de Pemex, quienes son buscados en México y en más de 190 países por el caso Odebrecht.
Un juez de control del sistema penal acusatorio ordenó la aprehensión de los cuatro, así como de Nelly Aguilera, quien presuntamente vendió a la familia Lozoya Austin una casa en Ixtapa de 1.9 millones de dólares y que, según la acusación, en realidad fue un soborno de Altos Hornos de México (AHMSA).
Javier Coello, abogado de Lozoya Austin, dijo a MILENIO que solicitó un amparo contra los mandamientos judiciales que supone son por lavado de dinero y aseguró que se trata de una “inaudita persecución política” contra el ex funcionario, particularmente por involucrar a su madre de 71 años.
—¿Quién o quiénes encabezan esta persecución?
—Pues no quisiera decirlo, pero esto viene desde 2017 y quien debía haber intervenido en esto es el presidente Peña y no lo hizo, ya veremos qué vamos a contestar a estas falsas acusaciones, nadie es responsable de esas imputaciones, ni el licenciado Emilio, mucho menos su señora madre, ni sus otros familiares.
La FGR informó que las órdenes de aprehensión fueron obtenidas el jueves pasado, pero no precisó los delitos que se imputan, solo aclaró que es por el caso de Odebrecht.
Los involucrados, además de Lozoya, son su madre Gilda Austin, su hermana Gilda Lozoya Austin y su esposa Marielle Helene Eckes, quien supuestamente compró la casa en Ixtapa a Nelly Aguilera, pero cuya transacción para la FGR fue un regalo de AHMSA.
La Fiscalía indicó que estas personas cuentan con ficha roja de detención internacional por parte de Interpol.
“Este asunto, que se inició en enero de 2017 y que durante años no obtuvo judicialización, hoy ha logrado las órdenes de aprehensión que sujetan a una probable responsabilidad a los involucrados”.
Destacó que presentó ante el juez todos los elementos de prueba necesarios para obtener las órdenes de aprehensión, “en un caso que por mucho tiempo estuvo congelado en forma tan criticable.
“La Fiscalía General de la República cumplió con lo ofrecido en el sentido de que en menos de 60 días se haría la judicialización correspondiente”, puntualizó.
Al respecto, Coello Trejo se dijo sorprendido por la decisión de involucrar a la familia en el caso Odebrecht, empresa brasileña que es acusada de otorgar multimillonarios sobornos a funcionarios de alto nivel de diversos países, incluido México, a cambio de ser favorecida con el otorgamiento de contratos.
El penalista comentó que aún no tiene la certeza respecto a qué delito imputó el Ministerio Público de la Federación a integrantes de la familia de Emilio Lozoya por el caso Odebrecht.
Sostuvo que ninguno tiene absolutamente nada que ver con los supuestos sobornos que entregó la empresa brasileña a cambio de ser beneficiada con contratos de Pemex, y eso lo demostrará por la vía legal.
Manifestó que interpuso un amparo contra las órdenes de aprehensión y para conocer las acusaciones. “Si es por lo que dice la fiscalía, que es lavado de dinero, el delito no es grave, ni amerita prisión preventiva oficiosa. Lo grave es que se estén metiendo con la familia”.
Se trata del segundo mandamiento de arresto contra Emilio Lozoya y su hermana Gilda, ya que anteriormente un juez ordenó su arresto por lavado de dinero, relacionada con la compra de una casa en Lomas de Bezares. En el caso de la mamá, es la primera orden que se gira en su contra.
El ex director de Petróleos Mexicanos enfrenta un panorama muy complicado, porque además de las dos órdenes de aprehensión libradas en su contra, por los casos de Odebrecht y Agro Nitrogenados, está en curso una tercera investigación relacionada por la compra de Fertinal en 2015.
Mientras en Estados Unidos, la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) lo indaga por un presunto lavado de dinero, junto con otros ex funcionarios.
En México, las solicitudes a la Interpol pasaron de 42 en 2012 a 224 en 2018, lo que representa un incremento de 433 por ciento. Mientras que en los primeros dos meses de este 2019, se contabilizaron 30 fichas rojas.