Una juez federal dio luz verde al gobierno de México para que proceda a extraditar a Estados Unidos al líder del cártel del Golfo, Mario Cárdenas Guillén, El M-1, hermano del capo Osiel Cárdenas Guillén, quien creó al grupo criminal más sanguinario que ha operado en el país, Los Zetas.
Abigail Ocampo Álvarez, juez Primero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, rechazó amparar a El M-1, quien alegó que la petición formal de extradición fue admitida “más de un año y medio” después de lo que establece el Tratado de Extradición.
El 20 de enero de este año un juez de control emitió su opinión jurídica en el sentido de que sí era procedente su entrega a los norteamericanos.
La Corte Federal del Distrito de Texas lo requirió para juzgarlo por su presunta responsabilidad por delitos contra la salud y asociación delictuosa.
La juez señaló que la demora que alegó el quejoso, no le causa perjuicio alguno, y mucho menos significó ventaja para la Fiscalía General de la República.
Lo anterior, porque la Secretaría de Relaciones Exteriores ya había calificado de procedente la petición, por ello, en términos del artículo 21 de la Ley de Extradición, dio la intervención de la FGR.
“Tampoco se advierte un retardo indebido en el procedimiento, porque el 1 de abril de 2019, una vez que se recibió la petición formal de extradición, el juez de Distrito dio el trámite correspondiente, por lo que el 4 de abril siguiente emitió la orden respectiva, misma que al ser cumplimentada, observó a cabalidad lo dispuesto por el artículo 24 de la ley especial en cita”, menciona el fallo.
Mario Cárdenas también manifestó su temor de contagiarse de covid-19, debido a que Estados Unidos “es considerado el epicentro mundial de la pandemia declarada por la Organización Mundial de Salud”; presunción que se basa en que es mayor de 60 años con hipertensión y obesidad, características que, dice, lo colocan como una persona altamente propensa a ser contagiada, ante esa situación vulnerable; y, sobre todo, porque no se garantizan las condiciones mínimas de salud.
La juez indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha diseñado los lineamientos que deben observarse para evitar el contagio, para ello ha publicado una serie de documentos técnicos en los que se explican los pasos y los utensilios que han de usarse para protegerse.
“Sin que al conceder la extradición al Estado requirente signifique una pena anticipada de muerte como estima el quejoso, ni se contravienen los artículos 18 y 22 Constitucionales, porque la existencia de una enfermedad generalizada a nivel mundial exige de los Estados prevenciones y respuestas inmediatas a nivel salubridad, como ha sucedido, pero la declaratoria de emergencia mundial en nada impide que legalmente el quejoso sea extraditado a Estados Unidos”, puntualizó Ocampo Álvarez.
En septiembre de 2012, las Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina detuvieron a El M-1 en Altamira, Tamaulipas.
Estuvo preso en los penales de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas y Puente Grande, Jalisco, de 1995 a 2007, por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud. Traficaba desde el interior del penal de Matamoros grandes cargamentos de cocaína y marihuana, por lo que fue necesario en 2003 enviarlo al penal de Puente Grande.
Mientras que su hermano Ezequiel Cárdenas, Tony Tormenta, fue abatido por las Fuerzas Especiales de la Marina el 5 de noviembre de 2010, después de seis meses de labores de inteligencia, mismo que en dos ocasiones ese mismo año, logró escapar de los operativos en su contra en Matamoros.
bgpa