Durante casi un año un campesino originario de San Luis Potosí se ocultó en las afueras de Monterrey, después de que presuntamente asesinó a balazos a un hombre en aquella entidad.
Finalmente y tras el requerimiento de colaboración de las autoridades potosinas, el sospechoso fue capturado mediante orden judicial por elementos de la Subdirección de Homicidios, de la Policía Ministerial de Nuevo León.
A disposición de un juez de Control y de Juicio Oral adscrito al Centro de Justicia Penal Regional de San Luis Potosí se encuentra Gerardo G., de 57 años de edad, quien deberá responder por el delito grave de homicidio calificado, cometido en perjuicio de quien en vida se llamaba Juan Ramírez Ortiz, quien contaba con 45 años de edad.
Fueron elementos de esta localidad quienes lograron ubicar y detener al sospechoso en calles de la colonia Satélite Norte, en Salinas Victoria, donde radicaba desde hace unos meses.
Luego de que se le dio cumplimiento al mandato judicial en Salinas Victoria, Nuevo León, el presunto homicida fue trasladado a tierras potosinas, donde quedó recluido en Centro Federal de Readaptación Social “La Pila”.
De acuerdo con las investigaciones, el crimen fue cometido alrededor de las 21:00 del 17 de diciembre del año pasado en la comunidad rural de Rivera, del municipio de Mexquitic de Carmona, San Luis Potosí.
Trascendió que Ramírez Ortiz y varios de sus familiares se encontraban en la referida comunidad, 20 kilómetros al noroeste de la capital del estado, disfrutando de un baile de fiesta de XV años.
De pronto llegó el ahora imputado, aparentemente bajo los efectos del alcohol, y comenzó a discutir con la víctima por razones que no fueron detalladas.
Durante el intercambio de insultos Gerardo sacó de entre sus ropas un arma de fuego y le disparó a su rival en dos ocasiones, provocándole lesiones serias a nivel del abdomen.
Mientras el supuesto agresor se dio a la fuga y no lo volvieron a ver en casi un año, el afectado fue trasladado al Hospital Central, pero desafortunadamente llegó sin signos de vida.
Los estudios al cuerpo arrojaron como causa de muerte un shock hipovolémico producido proyectil por arma de fuego.