Médicos residentes de neurocirugía del primer año del Hospital de Especialidades “Antonio Fraga Mouret”, del Hospital General la Raza, en la Ciudad de México, denunciaron ser víctimas de asaltos, abusos, castigos e irregularidades en el nosocomio e inmediaciones del mismo.
En un comunicado, las víctimas acusaron que de seis de ellos, tres han sido asaltados en menos de medio año e incluso dos de ellos fueron acuchillados en las inmediaciones del hospital y tuvieron que ser atendidos en la sala de emergencias del mismo, pues dijeron, tienen que comenzar sus labores antes de las 05:00 horas, lo que acusan, los pone en vulnerabilidad.
Una residente más tuvo que renunciar a su especialidad y recibir tratamiento psiquiátrico por los abusos a los que fue sometida. Asimismo, señalan que durante una semana seguida de guardias nocturnas sin descanso y sin permisos para siquiera tomar tiempo para comer, han resultado en deshidrataciones, desmayos y todo tipo de problemas en su salud.
A decir de ellos, no es la primera vez que esto ocurre pues aseguran que existe el antecedente de dos médicos residentes de esta generación que se vieron en la necesidad de ausentarse, e incluso desertar del servicio.
Entre los abusos que expusieron ser víctimas se encuentran agresiones verbales y físicas por parte de residentes de mayor grado. Por ejemplo, al recibir disparos de solución salina a la cara con jeringas contaminadas durante procedimientos quirúrgicos, golpes en las manos con instrumental durante procedimientos, empujones, sacudidas y golpes, abuso verbal constante y humillación pública y acoso laboral sistemático según la definición del contrato colectivo de trabajo, que ha repercutido en sus vidas personales y académicas.
El documento señala que incluso se les han puesto horarios fuera de lo establecido por el contrato colectivo en materia a residentes de especialidades médicas, entrar antes de las 5:00 horas, cumplir jornadas de, en promedio, 72 horas, sin respetar horarios de comida y descanso, y sin contar guardias, una salida del hospital condicionada por las exigencias del residente de mayor grado en turno, que pueden variar desde trabajo hasta extorsión.
Mientras que presuntamente son obligados a asistir los fines de semana, a pesar de no estar de guardia, sin gozar de días de descanso desde el inicio de su residencia.
“La hora de salida promedio es a las 00:00, y los horarios en la madrugada han resultado en incidentes que han puesto en peligro la vida de dos residentes del servicio; el primero, un residente de segundo año que recibió una herida por arma blanca en el muslo a inicios de ciclo, y el segundo un residente de primer año herido en el abdomen por un arma blanca en junio de este año, que fueron asaltados durante su trayecto a iniciar labores a las 04:30 horas”, denunciaron.
Añadieron que la situación de inseguridad alrededor del hospital, junto con las horas de entrada y salida, es un constante peligro para su integridad física. Además, afirman, se comete extorsión por parte de residentes de mayor grado al entregar un porcentaje de su reparto de utilidades, sin explicar el motivo o el uso que se daría a dichos fondos.
Mientras que otros señalaron sufrir discriminación de género y comentaron también que “los médicos adscritos del servicio, son quienes incentivan y propician dichos abusos y quienes ejercen sus castigos de manera indirecta a través de residentes de mayor grado”.
“Como médicos graduados, cada uno con cédula profesional, este trato es indigno, deplorable, y atenta contra nuestros derechos humanos. Las condiciones en las que desempeñamos nuestras labores han repercutido no sólo en nuestras vidas personales, sino también en la calidad de nuestro trabajo, con las consecuencias que esto conlleva sobre los pacientes”.
Mencionaron que están conscientes de las represalias que puedan surgir a futuro al denunciar tales situaciones, pero dijeron que esperan el apoyo por parte de las autoridades de enseñanza para prevenirlo, ya que no quieren ver limitado su desarrollo académico dentro de esta especialidad.
“Existen ya casos de residentes de mayor grado dentro del departamento a los cuales se les limita su práctica quirúrgica por haber acudido a enseñanza ante problemas similares. Sin embargo, la situación dentro del servicio ha escalado a un punto donde se ha tornado peligroso para nuestra integridad física, y no tenemos más opción que dar a conocer los abusos a los cuales hemos sido sometidos”.
Los residentes de neurocirugía pidieron al departamento de enseñanza una resolución rápida y efectiva a los temas anteriormente expuestos, que no existan represalias en su contra, ya que sólo están exigiendo sus derechos básicos y plantearon que de no llegar a un acuerdo exigirán su cambio a una sede distinta, con la posibilidad de buscar aquella que mejor se acomode a nuestras metas académicas individuales.
La carta entregada al departamento de enseñanza de su hospital, también fue enviada al director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, y al presidente Andrés Manuel López Obrador, esperando que intervengan en el caso y apoyen a los médicos.
IMSS responde
El Instituto Mexicano del Seguro Social respondió con una carta en la que especificó que en esta unidad médica fomentan y difunden la cultura de la prevención de los conflictos de interés y el respeto a los derechos humanos.
El director de la UMAE, José Arturo Velázquez García, firmante de la carta, añadió que si hay algún residente que quiera exponer su caso, puede acudir a la Dirección de Educación en la Salud de la UMAE.
Sin embargo, especificó que todos los médicos residentes en periodo de adiestramiento de la especialidad de Neurocirugía, firmaron una carta compromiso, en donde se responsabilizan de realizar sus funciones conforme a las atribuciones que les han sido conferidas.
DMZ