La agencia antidrogas estadunidense ha señalado a Ruben Oseguera González, El Menchito, como uno de los operadores más violentos del Cártel Jalisco Nueva Generación, al haber asesinado a más de 100 personas, ordenado derribar un helicóptero de la Marina y reclutar a autoridades mexicanas en beneficio de la organización criminal liderada por su padre, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
“Ordenó a autoridades uniformadas y armadas que ayudaran en el transporte y protección de drogas, dinero y miembros del cártel dentro de México”, se lee en una moción de la defensa de Oseguera que busca excluir evidencia de la Administración para el Control de Drogas (DEA) que tiene en su contra.
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De acuerdo con Anthony Colombo, defensor de El Menchito, la DEA planteó cuatro ángulos sobre los que sustenta la evidencia contextual que ha recopilado en contra de Oseguera: violencia, corrupción, narcotráfico y conducta tras su detención en México en 2015.
Entre los materiales también hay testimonios acerca de al menos cien asesinatos, entre órdenes de “que varios individuos fueran ahogados en una piscina”, y que “el acusado presumió sobre asesinar personas y mostró a otros fotografías de gente muerta a quienes el acusado ordenó secuestrar y asesinar.” Incluso se asegura que el mexicano participó en la tortura de autoridades e incluso mostraba fotografías de los cuerpos.
Otra testimonio indicaría que “el acusado ordenó a subordinado que derribaran un helicóptero de la Marina Mexicana para que él y su padre pudieran escapar de una captura.”
La narrativa coincide con los hechos del primero de mayo de 2015, en Villa Purificación, Jalisco, cuando seis elementos murieron luego de que sicaros derribaran con lanzacohetes un helicóptero Cougar de las Fuerzas Armadas.
Según la DEA, El Menchito operó al menos entre 2007 y hasta 2017, a pesar de que fue detenido en México en junio de 2015.
Y es que según otro testimonio, ya en prisión en México, dijo a un reo que había negociado la venta de una tonelada de cocaína a miembros de otra organización y que logró adquirir rifles calibre .50 y ametralladoras M60 para el Cártel Jalisco Nueva Generación. La cocaína, asegura la DEA, era adquirida en Colombia y llegaba vía marítima a Mazatlán, Sinaloa.
Por otro lado, la DEA asegura que podrá demostrar que Oseguera González se involucró en la producción y distribución de fentanilo, al “alentar a su padre para expandirse a la producción y distribución de fentanilo, lo que sabía el acusado que podría llevar a muertes por sobredosis.” Que, por ejemplo, logró que un químico secuestrado fuera liberado y eventualmente apoyara en la producción de esta droga.
Otra evidencia apunta a que intentó reclutar a miembros de otro cártel para el CJNG, especialmente personas violentas, y que el cártel tenía un arsenal de armas como rifles de precisión, lanzagranadas, ametralladoras, lanzacohetes.
Finalmente, se asegura que El Menchito autorizó la compra de armas a un ex militar ruso que además ya había dado entrenamiento a sicarios del cártel.
La defensa de Oseguera busca evitar que toda esta evidencia sea bloqueada de presentarse durante su juicio previsto para septiembre de este año, pues asegura no estar relacionada con los cargos en su contra: conspiración para traficar cocaína y metanfetamina, y posesión de armas de fuego en relación con narcotráfico. “La evidencia de otros crímenes no es intrínseca a los crímenes imputados”, asegura el abogado de El Menchito.
aag