A casi ocho años de iniciar operaciones, Fuerza Civil no ha logrado elevar el número de policías calculados para un control óptimo de la seguridad, entre ocho mil y 10 mil, mientras las cifras de muertes violentas van al alza durante el primer semestre de este 2019.
Fuerza Civil salió a patrullar las calles el 14 de septiembre de 2011, tras graduarse la primera generación de 422 cadetes de esa corporación, compuesta por jóvenes entusiastas provenientes de todas las regiones del país, formados en la naciente Universidad de Ciencias de la Seguridad.
Con apoyo de la iniciativa privada, todo el concepto era novedoso: desde el nombre de la nueva corporación estatal, los uniformes y patrullas negras, chalecos antibalas, cascos y armas largas y un modelo de entrenamiento militarizado para formar una policía de reacción, capaz de enfrentar a comandos del crimen organizado.
Para el 2012, Fuerza Civil cerró el año con alrededor de dos mil elementos y para el Cuarto Informe de Gobierno del entonces gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, en octubre de 2013, el recuento de elementos en la corporación fue de tres mil 500.
El último secretario de Seguridad del gobierno de Medina de la Cruz, el general Alfredo Flores Gómez, dejó los mejores números en materia de combate y prevención del delito, derivados de la férrea disciplina que mantuvo en la corporación.
Flores Gómez también mantuvo una estrecha coordinación con las fuerzas federales, reuniones de seguridad con los mandos municipales y contó con el apoyo de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI).
Mismo compromiso... mismas cifras
Y si bien el gobernador Jaime Rodríguez también se ha comprometido a duplicar la fuerza policial y ha continuado la coordinación con las distintas corporaciones municipales y las fuerzas federales, hasta la fecha no se ha informado de un incremento de elementos en Fuerza Civil.
La última cifra oficial la dio Norma Leticia Platas Gómez, comisaria general de la corporación, el 17 de agosto de 2018, al asumir el cargo: cuatro mil 066 uniformados y añadió que el proyecto es contar con al menos ocho mil al cierre del sexenio.
Hasta la fecha, mientras las muertes violentas derivadas del crimen organizado se elevaron 20 por ciento durante el mes de mayo, no se sabe que el número de policías estatales haya subido de manera sustantiva.
Por el contrario, a la par con la racha violenta que ha sembrado de muertes, asaltos, robos y secuestros el área metropolitana, se han multiplicado también los ataques contra los policías de todas las corporaciones, incluidas Fuerza Civil y la Agencia Estatal de Investigaciones.
Lo peor es que, a la par con la poca eficacia de una corporación que se convirtió, durante 2014 y 2015 en un referente nacional que mereció incluso menciones recurrentes del entonces presidente Enrique Peña Nieto, los elementos de Fuerza Civil se han visto involucrados en homicidios y otros hechos delictivos.
Y siguió lo inevitable: la desconfianza ciudadana en las corporaciones de seguridad, que se traduce en el temor para salir a lugares públicos, en detrimento de la recreación, la vida nocturna y en general, de la convivencia social incluso en sus propias casas, porque los nuevoleoneses ven amenazado no solo su patrimonio, sino también su integridad física.
Los mejores años
En ocasión del tercer aniversario de Fuerza Civil, en septiembre de 2014, MILENIO Monterrey publicó que las cifras de delincuencia, que en Nuevo León alcanzaron números históricos durante 2010 y 2011, bajaron de manera notable durante 2012 y 2013 como reflejo de la eficacia de Fuerza Civil y su coordinación con las fuerzas federales.
Una nota del periodista Eduardo Mendieta del 14 de septiembre de 2014 daba cuenta que mientras en 2011 el número de homicidios fue de mil 827, en 2012 bajaron a mil 285 y en 2013 cayeron a 530, como reflejo del trabajo de Fuerza Civil.
Durante el sexenio anterior se planeaba llegar a tener 10 mil elementos como el número óptimo para mantener a raya a la delincuencia organizada y tener una cifra mínima aceptable de policías por número de habitantes, pero uno de los problemas era el costo de la nómina, los pertrechos y las patrullas suficientes.
Claves
Cambios
• En la actual administración estatal encabezada por el gobernador Jaime Rodríguez, quien nombró como primer secretario de Seguridad al general Cuauhtémoc Antúnez, poco o nada ha cambiado en la corporación, salvo el número de titulares: cuatro en menos de cuatro años.
En la lista
Tras la salida de Antúnez, lo relevó otro militar: el general Arturo González García. A la salida de este último llegaría el primer secretario civil del sexenio: el ex procurador Bernardo González Garza, quien renunció meses después para asumir como concejal presidente del municipio de Monterrey.
Al final
Aldo Fasci Zuazua se mantiene actualmente como secretario de Seguridad Pública, luego de que abandonara sus aspiraciones de contender por la alcaldía de Monterrey en la elección extraordinaria del año pasado.