Hasta el año 2023, México se encontraba entre los 15 países de todo el mundo con mayor índice de filtración o hackeo de información a grandes empresas.
Ubicado en la posición número 14, el país registraba un millón 911 mil 298 cuentas vulneradas, 90 por ciento más que lo registrado en 2022, de acuerdo con un análisis global de violaciones de datos elaborada por Surfshark, empresa especializada en detección de fugas de datos.
De acuerdo con la compañía estadunidense, México se encuentra en la posición número 70 de 121 países, en cuanto a la calidad de vida digital y seguridad electrónica de los usuarios.
Es decir, está por debajo del promedio de las naciones quienes ya han desarrollado o fortalecido la seguridad electrónica y los métodos para luchar en contra del cibercrimen.
Aunado a ello, ha quedado expuesta la falta de leyes que prioricen la protección de datos personales, así como la regulación a empresas para que garanticen que la información de clientes y usuarios es resguardada de manera eficiente.
En el análisis “Estadísticas globales sobre violaciones de datos: resumen 2023”, se ha revelado que los ciberataques en el país han incrementado en un 90 por ciento; no así el despliegue de infraestructura e inversión por parte del sector público y privado para atender la crisis.
Esto ha abierto el debate toda vez que cada minuto quedan expuestos en la Deep Web los datos de cuatro usuarios de internet en México y las empresas, son la puerta de entrada para que ciberdelincuentes tengan acceso a millones de puntos de datos, que van desde los más generales como nombres o correos electrónicos hasta los más privados como condiciones médicas o información bancaria.
En el mercado negro, en donde se comercializan dichas bases de información, los ciberdelincuentes han encontrado un nicho para generar cantidades exorbitantes de dinero haciendo de esta práctica una industria creciente.
El precio de datos robados se sitúa entre los seis y 10 euros por información referente a tarjetas de crédito, mientras que los historiales médicos se comercializan entre 1 y 30 dólares.
La información como pasaportes, licencias de conducir o servicios de suscripción se encuentran catalogada entre las de mayor valor con costos que rondan los 25 dólares. Los de menor valor, son nombres, direcciones, números de teléfono, correos electrónicos o número de seguridad social que oscilan entre los 0.5 y 10 dólares.
Pero el costo para las empresas es cada vez mayor, no solo a nivel reputacional sino operativo alcanzando hasta los 24 millones de dólares por incidente.
Para atender dicha problemática, diversas organizaciones como Google promueven de manera constante el desarrollo e integración de tecnología, aunque ésta no es capaz de revertir el daño y exposición de información sino ayudar a los usuarios a verificar que sus datos estén fuera de peligro.
“Dark Web Report” es una de estas herramientas que Google ha abierto para todo el público. Se trata de un servicio que simula un escaner en la dark web, en busca de coincidencias de datos personales vinculadas a cada usuario. Si el correo o contraseña ha sido vulnerada, esta herramienta lo mostrará invitando a la acción para modificar claves de acceso y de esta forma, evitar que los datos sigan circulando entre los ciberdelincuentes.
ksh