Un juez federal sugirió al Poder Ejecutivo que no conceda la extradición del ruso Kirill Olegovich Safrán, activista y opositor del gobierno del presidente Vladimir Putin.
Esto debido al “riesgo evidente que, de hacerlo, sea sujeto a violación de sus derechos humanos, específicamente, sea sometido a tortura” en su país.
En Rusia, asegura que trabajaba con el opositor Boris Nemstov, quien fue asesinado el 27 de febrero de 2015.
- Te recomendamos En plena elección, drones ucranianos impactan Rusia; Putin amaga con represalias Internacional
MILENIO entrevistó a Olegovich Safrán, quien permanece interno en el reclusorio Sur de la Ciudad de México y quien por diez años ha radicado en el país, donde nacieron también sus hijos, pero que desde hace un año ocho meses fue detenido a petición del gobierno de Rusia.
Hace unas semanas, Juan José Hernández Leyva, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el citado penal, emitió una opinión jurídica a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que no se lleve a cabo la entrega, ante el cúmulo de datos de prueba y de testigos que afirman que una vez que llegue a Rusia, el destino de Kirill Olegovich estará marcado.
“Si voy a morir allá en Rusia voy a morir con (la) boca abierta, no (la) voy a cerrar, estoy en contra de este gobierno desde 2010 y todavía estoy contra ellos”, dijo en entrevista telefónica.
¿Cómo fue la llegada de Kirill Olegovich a México?
Kirill Olegovich aseguró que desde su llegada a México se ha dedicado al trabajo con criptomonedas y que con un profesor ruso montaron una empresa que cuenta con tecnología de vanguardia para localizar petróleo, por lo que han presentado propuestas en Estados Unidos, Austria y Argentina, entre otras naciones.
Por otra parte, aseguró que tiene profesión de abogado y de ingeniero.
¿Qué dijo Kirill Olegovich durante entrevista?
—¿Por qué te está buscando tu país?—
“Todo el caso mío fue por razones políticas. Cuando me detuvieron en Rusia, yo no tenía ni un delito grave y después de cinco años, han cambiado todo el delito y me pusieron como narcotraficante, pero, yo no tuve nada, a mí me detuvieron seis meses, me golpearon, violentaron mis derechos, tengo cicatrices en mi cuerpo, tengo costillas rotas”.
Después, narró que fue liberado por no existir pruebas en su contra y ahora lo quieren llevar a un hospital mental, de los cuales uno no sale en Rusia y son peores que una cárcel.
“Mi caso está fabricado cien por ciento desde Rusia. Si los rusos tienen algunas pruebas porque no las mandan… Todos los testigos que declararon en Rusia, en su primer testimonio dijeron que no tenía relación con la mariguana” encontrada a los detenidos.
“Yo tengo muchas pruebas contra ellos, ni Relaciones Exteriores de Rusia, ni Relaciones Exteriores de México no tienen nada contra mí, pero tienen un convenio entre ellos, ahorita estoy contra dos gobiernos: contra el gobierno mexicano y el gobierno ruso”.
—¿Eras activista en Rusia?—
“Sí, claro. He trabajado desde 2011 con un político muy famoso allá en Rusia, se llama Boris Nemstov… También estaba ayudando a hacer las protestas y estaba con él, muy cercano”.
“Me detuvieron en octubre de 2014, pero cuando me detuvieron me investigaron, era muy difícil, no tuve visitas, no tuve teléfono, no tuve visitas del abogado, no me daban comida, no me daban permiso de comprar en la tienda. Mataron a Boris Nemstov, el 27 de febrero de 2015, en Rusia”.
Asimismo, logró que la Interpol cancelará la ficha roja que había sido emitida en su contra.
Kirill Olegovich relación con la mariguana
Según la petición del gobierno de Rusia a Kirill Olegovich junto con otras personas cultivaron 330 plantas de mariguana en un domicilio.
¿Qué dicen las autoridades?
A su vez, el juez federal mexicano concluyó:
“Resulta sustancialmente fundada y suficiente para opinar que debiera rehusarse la extradición de esa persona requerida”.
“Lo anterior, porque de hacerlo, se encuentra en riesgo inminente de que ocurra violación a sus derechos humanos, en específico que sea sujeto a tortura y malos tratos, toda vez que, a través del desfile probatorio, quedó razonablemente acreditado que, durante su detención, originada por los hechos materia de la acusación que se le fincó en la nación requirente, fue objeto de tortura”.
Al respecto, Kirill Olegovich expresó:
“Si me mandan a Rusia me va a matar mi gobierno. —¿Por qué? Por las cosas que tenía antes, primero, y ahorita en estas audiencias ya expliqué con dos testigos y con los expertos sobre el sistema penitencial en Rusia”.
RM