Las esperanzas del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo de ir a su casa antes de que finalice el año se comienzan a desvanecer, porque la empresa que iba a colocarle el brazalete electrónico para enfrentar sus sentencias en prisión domiciliaria dio por terminado el contrato.
De acuerdo con registros judiciales, lo anterior fue notificado a Martha Georgina Comte Villalobos, jueza Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Estado de Jalisco.
El pasado 1 de septiembre, el juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México concedió a El Jefe de Jefes el beneficio de la prisión domiciliaria y ordenó la colocación de un brazalete electrónico.
Sin embargo, los trámites para el capo se han complicado, lo que ha provocado que continúe en la Comisaría para Sentenciados del Estado de Jalisco, en el Complejo Penitenciario de Puente Grande.
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Según consta en actas, el Contrato de Arrendamiento y Prestación de Servicios de Monitoreo y Emisión de Alertas fue celebrado el 12 de septiembre de este año.
No obstante, “por causas de fuerza mayor”, la compañía decidió terminar con el mismo porque aseguró que no puede cubrir los requerimientos que la Fiscalía General de la República (FGR) le solicitó, “lo que actualizó la hipótesis de fuerza mayor contemplada en la Cláusula Décimo Octava del contrato de referencia”.
Por esta razón, el juez dejó sin efectos en octubre pasado, la continuación del desahogo de la diligencia relativa a la colocación del brazalete al sentenciado, porque se necesita que consiga una empresa que le rente y coloque el dispositivo electrónico.
Asimismo, reiteró que para la materialización de la sustitución de la pena que actualmente se encuentra compurgando el enjuiciado, por las medidas de seguridad que le fueron impuestas, se dejaban a salvo sus derechos para efecto de cumplir con los requisitos establecidos en la resolución de septiembre pasado, dictados en la causa penal de origen. Sólo falta que consiga la empresa que cumpla con las condiciones impuestas por la FGR.
Hace semanas, Félix Gallardo denunció la presunta tortura psicológica de la que ha sido objeto porque no se ha materializado su salida de prisión, motivo por el cual promovió dos amparos.
Félix Gallardo, el capo de capos cumple dos sentencias, una de 40 años de cárcel por los delitos de acopio de armas de fuego, y por introducir de manera ilegal al país cocaína, y enviarla a Estados Unidos.
Asimismo, fue condenado a 37 años de cárcel por el homicidio del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, crimen cometido en 1985, delito por el cual fue condenado a 37 años de cárcel.
En la década de los 80, Félix Gallardo era conocido como El Capo de Capos porque narcotraficantes como Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos; Héctor Luis El Güero Palma Salazar, Joaquín El Chapo Guzmán y los hermanos Arellano Félix, entre otros, eran sus empleados.
DMZ