Un elemento del Ejército compuso un corrido donde reconoció a sus compañeros que participaron en el operativo efectuado en Altar, Sonora, en el que fue detenido Francisco 'N', alias El Duranguillo, líder del brazo armado “Los Cazadores” del Cártel de Sinaloa.
El militar aparece en un video —que fue difundido en redes sociales— con el uniforme de desierto del Ejército, cantando y tocando la guitarra, delante de dos vehículos artillados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Que tal, un gusto saludarlos desde el centro de adiestramiento de la segunda región militar. Hoy les quiero compartir una canción compuesta en reconocimiento a algunos de mis compañeros que el mes pasado pusieron muy en alto el nombre del Ejército. También en honor a un compañero caído en ese enfrentamiento. Esperemos que les guste”, inicia el video de tres minutos con 16 segundos.
En la canción, el militar describió que el operativo se llevó a cabo en el municipio de Altar y que los elementos de seguridad estaban en inferioridad numérica frente a los hombres armados. Destacó que, una vez que El Duranguillo fue capturado, los delincuentes ofrecieron diez millones de pesos para que lo dejaran en libertad.
“Nuevamente el Ejército demostró de qué están hechos, mis respetos. Patrullando allá por Altar, Sonora, las tropas de infantería, detuvieron a un sicario de esa zona, les faltó suerte ese día, ¿quién diría?"
“Luego luego llegaron hombres armados para rescatar a su jefe. Le ofrecemos diez millones pa' soltarlo, le dijeron al teniente, y a su gente. Como no aceptaron lo que les daría, escuchaba que entre gritos les decían: si lo sueltan la vida les respetamos, que si no los matarían. Al puro ojo se juntaban 20 trocas, con sicarios armados hasta los dientes. Un teniente no más con 15 de tropa, los hicieron ver su suerte, en caliente”, cantó.
En el corrido, el militar destacó que, tras la negativa al soborno, se desató un enfrentamiento con disparos de arma de fuego.
"Aunque aquellas amenazas, los soldados estaban listos para todo. El teniente les contesta no voy a soltar a nadie, aquí nos morimos todos, no hay más modo".
“De ratito se miraban más soldados que llegaban en refuerzo y, a los primeros balazos, los sicarios cada vez se veían menos, pues corrieron. Corre y corre se miraban asustados y arrastrándose en el suelo, después de que les llegaron reclamando que soltaran al bueno, qué creyeron".
“Ni con un montón de gente ni tampoco diez millones alcanzaron pa' que soltaran al bueno. Sepan que no tiene precio la lealtad de un buen soldado mexicano. Mis respetos pa' las tropas de ese día que pusieron muy en alto el nombre, la lealtad, la valentía del Ejército mexicano y del soldado", destacó.
En la parte final del corrido, el elemento lamentó la muerte, en cumplimiento de su deber, de uno de los compañeros.
“Aunque el hecho nos haya llenado de orgullo, nos inunda el corazón de sentimiento, pues perdimos la vida de un compañero en aquel enfrentamiento, un sargento. La lealtad, cuando es real, no tiene precio. Cómo duele ver a un compañero muerto, pues trabajan dispuestos a dar la vida por cuidar de nuestro pueblo, porque también son del pueblo", concluyó.
ROA