Al rendir su último informe de labores como presidenta de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra Margarita Ríos-Farjat se refirió al proceso de renovación de la presidencia del máximo tribunal del país, al cual decidió no participar y cuya sucesión se concretará en la sesión del Pleno del próximo 2 de enero.
“Esta Suprema Corte está por renovar su presidencia y la de sus salas, y espero que esta sea una época que se distinga por esa luminosidad y por contribuir a que el brillo natural de sus integrantes sume a la prosperidad de la unión, que sólo puede ser posible con espíritu de equipo y sumando claridades.
“Las instituciones son tan grandes por la fuerza espiritual de su gente; son tan firmes como la ecuanimidad de sus integrantes; son serviciales si hay generosidad en quienes las conforman; son útiles si hay ética y dedicación, transforman si hay valentía y son productivas en armonía”, enfatizó.
Respecto a su informe, la ministra Ríos-Farjat destacó que, para este 2022, ya es notorio el impacto de la reforma judicial, pues la primera sala de la SCJN resolvió mil 269 asuntos durante 42 sesiones, 355 menos que el año pasado.
“La cantidad de asuntos que ingresan también mantiene tendencia a la baja, pues este año entraron 324 menos que en 2020 y 86 menos que el año pasado: a los mil 277 que ingresaron este año, sumamos los 419 que habían quedado pendientes y entonces arrancamos el año con mil 569 y precisamente sobre lo que queda pendiente, también se va reduciendo el número año con año, pues quedan con 398 asuntos por resolver.
“La acuciosa celeridad en los 7 mil 366 acuerdos dictados nos permitió mantener también a la baja la cantidad de asuntos en trámite, privilegiando su integración oportuna para su pronta resolución. Por cierto, donde los números de la sala se dispararon es en la producción jurisprudencial pues si en 2021 emitimos 136 tesis, este año aprobamos casi el doble: 257, 179 de jurisprudencia y 78 aisladas”, puntualizó.
Como parte de los asuntos más importantes resueltos por la primera sala del máximo tribunal del país, la ministra Ríos-Farjat destacó algunos relativos a desaparición forzada, tortura, acceso a la interrupción del embarazo por violación, abuso sexual de superiores jerárquicos, reparación del daño por prácticas médicas negligentes, así como la revisión de la prisión preventiva después del plazo constitucional, entre otros.
“La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mantiene su indudable vocación de cercanía con la gente; es atenta y sensible a sus problemas más íntimos y fuertes y sigue siendo articuladora de soluciones para las áreas más rotas del tejido social.
“Es patente su compromiso con los derechos humanos en todo ámbito con las víctimas directas e indirectas de desaparición forzada, con las víctimas de tortura, de abusos e injusticias, con toda víctima en general, con las personas indígenas y afromexicanas, con las personas, que para buscar un mejor horizonte, deciden migrar; con las mujeres que siguen enfrentándose a estereotipos, con las personas con discapacidad que siguen sin ser vistas; con las más vulnerables, pero también, con las personas que no se rinden y litigan hasta generarse a sí mismas y a los demás una mejor justicia”, subrayó.
DMZ