Han pasado más de dos años, desde aquel 1 de junio de 2020, cuando Mónica Segura Temich fue privada de la libertad para extraerle de su vientre a su bebé y posteriormente dejarla desangrarse hasta perder la vida.
Su familia aún espera justicia para ella y mientras tanto, su pequeña hija Mony crece bajo el cuidado de su abuela materna.
Este caso de feminicidio, ocurrido hace más de dos años, estremeció a la comunidad en Monterrey; los tres supuestos participantes aunque ya fueron detenidos y sometidos a juicio, aún no han recibido condena.
Fue el pasado 1 de junio de 2020, cuando Mónica con ocho meses de embarazo fue contactada a través de Facebook por una mujer que se ofreció a donarle ropa para su bebita que estaba por nacer.
Salió de su casa en Escobedo para encontrarse con la persona en el centro de Monterrey, pero ya no se supo de ella hasta 25 días después, cuando su cuerpo fue encontrado en un inmueble abandonado en el municipio de Juárez, Nuevo León.
Un día antes, la Policía había capturado a July Salas, de 33 años, quien tenía en su poder a la hija recién nacida de Mónica.
De la indagatoria se desprendió que la víctima fue llevada a una clínica veterinaria en Juárez, donde la sometieron a una cesárea en la que murió desangrada después de que le arrancaron a su hija.
Días después fue detenido el médico Vicente Gómez Gaytán, quien extendió a favor de July un certificado falso de Nacido Vivo. A él, un juez le impuso la sanción de acudir a firmar durante dos años, y no salir del país.
El 22 agosto de 2020 la Policía capturó al médico veterinario Marco Antonio "N", de 38 años, esposo de July y quien presuntamente practicó la cesárea.
Pero... ¿cómo lograr salir adelante en una situación adversa tan grave y tan terrible?
Mony es muy pequeñita, tiene apenas 2 años y es feliz bajo el cuidado de su abuela, a pesar de que no tuvo la dicha de conocer a su mamá.
July y su esposo Marco no solo acabaron con las ilusiones de una joven madre, sino también con la paz y la tranquilidad de una familia. Ellos permanecen detenidos, en espera de recibir una sentencia contundente.