Al interior del Centro Penitenciario de Puente Grande, se reportó el fallecimiento de Jonathan Alejandro 'N', de 25 años de edad, quien apenas el pasado 16 de enero fue vinculado a proceso por el delito de cohecho, al estar relacionado en el caso del Call Center que operaba clandestinamente en la zona de Medrano, en Guadalajara.
El Área Médica de la Comisaría de Prisión Preventiva, informó que alrededor de las 6:45 horas, policías penitenciarios, durante su recorrido habitual en las estancias, hicieron el llamado a Jonathan Alejandro, de quien no obtuvieron respuesta, por lo que de manera inmediata, ingresaron a la estancia y lo vieron inconsciente.
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Los oficiales activaron el protocolo de atención médica y lo trasladaron a la sala de observación, donde los médicos del Centro Penitenciario lo recibieron, atendieron la emergencia e hicieron una exploración física sin encontrar huellas de violencia, por lo que determinaron el deceso por probable asfixia por bronco aspiración.
Jonathan contaba con medida cautelar de un año en prisión preventiva, luego de haber sido detenido junto a otras cuatro personas, que intentaron ofrecer dinero a elementos de la Guardia Nacional, que en conjunto con otras autoridades, llevaron a cabo un operativo en el lugar, donde fueron encontrados teléfonos celulares, computadoras y diademas que eran utilizados para realizar fraudes vía telefónica.
Por este deceso, se activó el Protocolo de Atención a Lesión o Muerte en Custodia, para preservar el lugar y resguardar los indicios, además, se solicitó mando y conducción al Agente del Ministerio Público de la Fiscalía del Estado, quien ordenó la elaboración del Informe Policial Homologado (IPH).
¿Cómo fue el operativo para desmantelar call center en Guadalajara?
El pasado 14 de enero autoridades detuvieron a varias personas que presuntamente operaban un call center instalado para extorsionar.
El hecho ocurrió en un establecimiento ubicado entre las calles José María Lafragua y Pensador Mexicano, en la colonia Magaña.
Inicialmente, una unidad de la Guardia Nacional fue confrontada por un grupo de personas que salieron del negocio de cortinas blancas y un letrero de una empresa telefónica, por lo que respondieron a las provocaciones y solicitaron una orden de cateo en el sitio para saber el por qué de la extraña actitud de los civiles.
Al prever una situación conflictiva, las autoridades decidieron implementar un operativo de fuerza interinstitucional conformada por personal de la Guardia Nacional, el Ejército, la Secretaría de Seguridad estatal y la Fiscalía.