Sonia Juárez es una comerciante del Estado de México que se dedica a la venta de tostadas estilo Jalisco para financiar parte de los gastos de su hogar, pero sobre todo, la búsqueda de su hija Dafne Giselle Garcés Juárez , desaparecida hace ya casi dos años en el municipio de Almoloya de Juárez.
La mujer tiene este negocio junto con sus dos hijos gemelos, quienes también apoyan en los quehaceres domésticos, a fin de permitir que su madre disponga del tiempo suficiente para realizar las investigaciones con apoyo de colectivos.
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Esta familia vive al norte de la capital mexiquense y de acuerdo con la madre, la historia de la desaparición comenzó el sábado 26 marzo de 2022, cuando le perdieron la pista a su hija.
Ella tan solo tenía poco más de una semana de haberse independizado e irse a vivir con una conocida suya al fraccionamiento Rancho San Juan, en el municipio de Almoloya de Juárez, uno de los distintos complejos urbanos de interés social azotado por la delincuencia e inseguridad.
“Tenía bien poquito, tenía 10 días con esa mujer, tenía buen poquito, de hecho yo no la conocí. Inclusive yo había quedado con ella de justamente esta semana el día de mi descanso yo iba a ir a visitarla para saber en qué casa estaba y quién era la persona con la que ella vivía”.
El jueves 20 de marzo de aquel año fue el último día que la vieron sus familiares físicamente, ya que dijo que iría por una de sus mascotas a casa de un exnovio.
Al día siguiente, reportó que saldría con Alan, su última pareja sentimental y esa misma noche recibieron una llamada que no alcanzaron a contestar, pero fue la madrugada del sábado en la que recibieron un mensaje de texto en las que refirió que “todo estaba bien” y desde entonces, no saben más de ella.
Al momento de desaparecer, Dafne tenía 21 años de edad, aunque en realidad hay poca información sobre su ausencia.
“Inclusive no sé ni qué ropa traía, yo la ropa que viene en los boletines fue porque su novio me dijo que esa era la ropa que ella traía, pero no sé qué ropa exactamente se llevó. Exactamente no sé cómo iba vestida, no sé si llevaba alguna cola de caballo, cabello suelto, gorra no sé cómo iba mi hija la verdad”.
Se une a grupo de apoyo; vende tostadas para financiar búsqueda
La semana siguiente de su ausencia comenzaron a buscarla en hospitales e incluso en Semefos, pero nada sabían de ella. Posteriormente tuvieron una pista sobre el posible paradero de la joven gracias a una cámara de vigilancia, pero acusó que el actuar de la responsable del caso de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Estado de México fue lento en esa diligencia.
“Fuimos a la fiscalía, les comentamos, tardaron mucho para hacer la primera diligencia y cuando fuimos a la diligencia de que pudieran rastrear los videos, ya había pasado tiempo… ya habían pasado más de 20 días”.
Eventualmente se sumó al grupo de buscadoras “Flores en el Corazón”, en donde recibió apoyo para poder continuar con las investigaciones sobre su hija, travesía que la ha llevado a distintas partes del país.
“Buscamos en los Semefos fuera del Estado de México, hemos ido a Michoacán, Pachuca, a Puebla, a Morelos, hemos ido a varios lados, Guanajuato, Guerrero, pero hemos ido a varios lados. Precisamente ya como el colectivo nos hemos unido y hemos estado en conjunto y hemos estado apoyándonos entre nosotros”.
Para solventar los gastos y tener el tiempo suficiente se dedica a la venta de tostadas estilo Jalisco, la cuales elabora con sus hijos gemelos. En este nuevo negocio trabajan de manera conjunta, fríen, escurren, acomodan y empacan los paquetes de tostadas que después venden en redes sociales.
La ventaja de este giro es que Sonia tiene la disponibilidad de tiempo y a la vez puede genera los recursos suficientes para hacer las búsquedas correspondientes en lo particular o con el colectivo.
Irving Hassan, uno de los hermanos de Dafne indicó que: “La ayudamos a hacer el quehacer de la casa, el no dejar de estudiar y todo esto… nosotros las freímos para empezar a empezar y empezar a venderlas”.
A este llamado se unió Marvin Jaffet, su gemelo, quien también apoya en esta tarea.
“Hemos tratado de sobrellevarla porque si nos cuesta. Mi hermana era nuestra hermana y si hemos tratado de apoyar a mi mamá también porque es muy difícil lo que hemos pasado… Es nuevo también y a parte nos ayuda un poco económicamente para buscar a nuestra hermana”.
Ya son casi dos años desde que Dafne fue reportada como desaparecida, la Fiscalía estatal ofrece una recompensa de 300 mil pesos a quien ayude a localizarla, mientras tanto, su madre tiene la corazonada de que sigue con vida y se encomienda a Dios y a la Virgen de Guadalupe para que la regresen.
“Mi corazón me dice que mi hija está viva aunque es difícil, a lo mejor me duele mucho hablar de esta parte porque muchos me dicen que tal vez ya no esté con vida, pero mi fe y mi esperanza muere al último y para mí mi hija está viva y para mí mi hija va a regresar. ¿Cuándo? No lo sé, pero yo presiento que mi hija está viva, está con vida”.
RM