Los logros profesionales y orgullo de su familia mueven a las mujeres en las fuerzas armadas, donde ejercen de manera profesional en todos los ámbitos y oportunidades que se les presentan dentro de la corporación.
“[El personal femenino] apenas va en crecimiento, el personal que ingresó a la fuerza armada debido a que no tiene muchos años que empezaron a ingresar. Creo que representa una gran oportunidad tanto para hombres como para mujeres el estar y formar parte de la Fuerza Aérea Mexicana y de las fuerzas armadas en general, lo cual nos ha permitido tener un crecimiento”, dijo la teniente Laiza Arleth Mariana Mendoza.
- Te recomendamos Definen candidaturas rumbo a elecciones 2024 en Jalisco Elecciones
Algunas de las actividades profesionales que atiende son en la torre de control e intercepción de naves ilícitas en la base aérea militar 5 en Jalisco.
Indicó que se llevan a cabo de 100 a 200 operaciones al día, destacó que sus cuatro años de cadete han dado frutos y se siente orgullosa. Aunque no ha sido nada fácil el desprenderse de sus familiares, ya que ella es proveniente del Estado de México.
“En un inicio como padres asumo que es un poco complicado dejar que sus hijos se vayan fuera de casa, posteriormente he notado que mis papás han cambiado esa percepción debido a que estoy estable entonces en lugar de ser una preocupación para ellos más que eso se ha convertido en un orgullo, el ver que se me han presentado buenas oportunidades y que las he sabido aprovechar y que no se tienen que preocupar en lo personal de estar al pendiente de si su hija está bien”, dijo la teniente Mendoza.
¿Qué inspira a las mujeres en la Fuerza Aérea Mexicana?
La teniente de Fuerza Aérea piloto aviador, Karen Leticia Ibarra Miramontes de 24 años, es proveniente de Encarnación de Díaz, Jalisco y se siente orgullosa de ser parte de las fuerzas armadas.
“La escuela militar de aviación era de hombres y en el 2007 ingresó la primer mujer para piloto aviador militar y eso es un gran logro y avance y es un gran reto estar ahí representa muchos sacrificio y el separarse de su familia, el estar siempre con ellos es un reto para ellos y para nosotros más que nada”.
Indicó que sus cuatro años de estudio con teoría, práctica y simulación de vuelo, han sido bastante fructíferos, debido a que se encuentra desempeñando y aprendiendo todos los días. Para ella el estar en las fuerzas armadas es haber cumplido un sueño que tenía de pequeña.
“De pequeña ver los aviones, imaginarse qué se sentirá estar en la cabina o qué botones se mueven switch qué interruptores, entonces pues es un deseo o un sueño una meta cumplida, el ya estar en una cabina real en vuelo es una satisfacción grande un sueño logrado y al estar volando los paisajes y todo es increíble”.
Los cuatro años de estudio estuvo volando tres tipos de aviones y en su graduación la invitaron al escuadrón aéreo donde hay helicópteros Bel 407, lleva a cabo vuelos con actividad de aspersión y algunas intervenciones como ambulancia aérea.
SRN