En Baja California, crece presencia de mujeres en el crimen

Diario se reportan mujeres arrestadas por estar vinculadas con actividades ílicitas en Baja California.

Mujeres en el tráfico de drogas en Baja California
Said Betanzos
Tijuana /

Wendy ‘N’ asegura tener 28 años de edad, pero su apariencia es de una mujer de 40 por el efecto de consumir drogas desde hace más de una década.

Cuando la detuvieron sudaba mucho, para los policías no era por miedo sino por el efecto del consumo de algún estupefaciente como la metanfetamina, más popularmente conocida como cristal, droga que es inhalada, y consumir una dosis de unos cinco gramos, cuesta apenas unos 50 pesos. Más barato que dos tacos en cualquier puesto callejero en Tijuana.

A Wendy la arrestaron cuando manejaba una vagoneta Honda Oddisey, color blanco, con placas de California, a toda velocidad se daba a la fuga por el bulevar Cuauhtémoc que atraviesa Tijuana hasta llegar al municipio de Playas de Rosarito, el que sería su destino final.

Ese vehículo se reportó a la central de emergencias 911 como el involucrado en el ataque a balazos a un hombre, la víctima, el barbero de El Mago barber shop, que está en el primer piso de un pequeño centro comercial del fraccionamiento Dávila, a unas diez calles del edifico de la Secretaría de Seguridad y Prevención Ciudadana de Tijuana.

Al momento de arrestarla, transportaba en el vehículo dos pistolas calibre .9 milímetros, a su cómplice lo había dejado calles antes, muy cerca del Cañón de La Pedrera, en donde es fácil perderse entre las faldas de un cerro que da a las lujosas viviendas del fraccionamiento Chapultepec o colinas de Agua Caliente, sin embargo, a los pocos minutos lo atraparon, dijo llamarse Adrián, de 21 años de edad, también implicado en el asesinato y quien al parecer iba como copiloto en la vagoneta.

El común denominador de quienes se vinculan a drogas u asesinatos es que son mayores de edad (Ariel Ojeda)

Wendy no es la primera


Ese tipo de escenas se repiten a diario en esta ciudad fronteriza con Estados Unidos.

A las autoridades les sorprende que a diario arrestan a mujeres por estar vinculadas con actividades ilícitas en Baja California, desde las más comunes como venta de drogas hasta asesinatos o tráfico de personas.

Muchas se hicieron adictas a las drogas a una corta edad, otras vinculadas al tráfico de estupefacientes o armas de fuego.

El común denominador de quienes se vinculan a drogas u asesinatos es que son mayores de edad y se convirtieron en madres de familia muy jóvenes.

Quiénes son lideresas, superan los 50 años de edad, de acuerdo con los datos registrados por las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Baja California.

“Por eso lamentablemente en muchas ocasiones aparecen sin vida, ejecutadas, por dedicarse a situaciones que están fuera de la ley o también logramos detenerlas porque participan de manera activa en hechos delictivos”, describió Fernando Sánchez González.

Para el secretario de Seguridad y Prevención Ciudadana en Tijuana, quien tiene más de 20 años en el servicio público en áreas afines, estos actos delincuenciales cometidos por mujeres es algo que comenzó a verse hace 15 años, pero en estos últimos años se ha disparado.

Nadie sabe quién mató a 'Bety'

Faltaban unos veinte minutos para las doce de la noche, cuando se escucharon un par de disparos y de acuerdo con testigo, siguió un fuerte grito de una mujer en la colonia Ignacio Ramírez.

Eran los primeros minutos del 18 de agosto, cuando los vecinos comenzaron a ver en sus recámaras los colores azul y rojo por el reflejo de las torretas de las patrullas.

Se estacionaron en la calle Xicoténcatl Leyva, a la que minutos después llegaron paramédicos anunciando su arribo con el sonido de su inigualable sirena.

“Mataron a Doña Bety”, comenzaron a avisarse los vecinos durante la madrugada.

La occisa fue identificada como Sandra Beatriz, quien apenas el 26 de junio pasado festejó sus 49 años de edad.

Su hijo, de 26 años de edad, explicó a las autoridades que sólo vio cómo a toda velocidad se daba a la fuga un auto tipo sedán, color negro, cuatro puertas. Huía en dirección a la rampa Tepeyac.

Pero no fue uno su atacante sino dos, pues los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) recolectaron casquillos percutidos de una pistola y una arma larga calibre .223.

Nadie vio a los agresores, tampoco nadie escuchó alguna discusión previa al ataque a Doña Bety, quien era una vecina conocida en esa colonia.

Con este crimen, en Tijuana suman 133 mujeres asesinadas en lo que va de este 2023. De esos casos, apenas ocho se catalogan como feminicidios y junio fue el mes cuando más mujeres perdieron la vida de esa forma, 27 refiere la estadística de la FGE, seguida de julio con 22.

En todo el estado de Baja California son un total de 156, liderando Tijuana la lista de crímenes.

A Silvia Romero la privaron de la libertad. (Javier Ríos)

La 'pollera' que no temía


El pasado 7 de agosto, dos menores y dos adultos llegaron llenos de sangre al centro de salud del poblado ‘El Hongo’.

Una mujer contó que se los encontró heridos de bala y fuera del camino muy cerca de los únicos billares qué hay en esa zona desolada del municipio de Tecate.

La enfermera decidió llamar a las autoridades porque al revisar al más pequeño de la familia descubrió que había muerto y los demás corrían la misma suerte por la falta de atención médica especializada.

Liam, de 4 años, recibió cuatro impactos de bala cuando un grupo de hombres armados atacó la camioneta en donde viajaba con su hermano Jorge, su mamá Diana, de 29 años, y Carlos, de 24 años.

Ellos tres también resultaron con heridas y tuvieron que ser hospitalizados.

Pero faltaba una quinta ocupante, era la señora Silvia Romero, de unos 45 años de edad.

La abuelita de Liam, era el objetivo del grupo de hombres encapuchados y armados que les persiguió y después disparó ráfagas de metralla para obligarlos a parar.

A Silvia Romero la privaron de la libertad, así lo confirmó en su momento el hoy ex fiscal General del Estado, Iván Carpio Sánchez.

También confirmó que el lamentable homicidio del pequeño Liam y la sustracción de la abuelita tenía relación con el tráfico de migrantes por la zona de Jacumé, poblado cercano a El Hongo, donde residía y tenía negocios Silvia Romero.

Además de que también se relacionó el caso al robó de combustible en la zona. Y es que en ese punto no existe vigilancia sobre los ductos de Pemex.

Hasta el momento, la abuelita no ha aparecido, ni viva, ni muerta y la investigación sobre el crimen de Liam tampoco ha avanzado.



HCM


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