Nancy Salzman conoció a Keith Raniere hace dos décadas y pronto se convirtió en su mano derecha. Espiaba a enemigos y tenía conocimiento de que la secta de culto NXIVM marcaba a las mujeres como animales y las obligaba a tener sexo. Pero a pesar de haber sido condenada a prisión hace varios meses, aún tenía cuentas pendientes con la justicia estadunidense.
Hace tres días, la enfermera de 68 años finalmente entregó más de medio millón de dólares que tenía escondidos en el sótano de una casa, los cuales habrían provenido de las operaciones criminales de la empresa de marketing multinivel que atrajo a millonarios y celebridades de diversos países, incluidas personalidades mexicanas.
MILENIO tuvo acceso al formato de recepción que firmaron los U.S Marshall, una dependencia del gobierno de Estados Unidos y quienes se encargaron de ejecutar la orden del juez, que la sentenció desde el pasado 9 de septiembre del 2021 a pasar 42 meses en prisión y a pagar esta multa que coincide con el dinero que habría escondido.
Emiliano Salinas Occelli. (Instagram)
Sin embargo, la orden no había sido ejecutada. Fue hasta este 7 de junio del 2022 cuando finalmente se transfirieron los recursos en tres pagos: uno de 15 mil 670 dólares, otro de 390 mil 180 y el tercero de 109 mil 727 dólares.
Según el documento, el dinero fue transferido al Fondo de Extinción de Bienes (AFF, por sus siglas en inglés); ahora, el procurador general de Justicia estadunidense podrá hacer uso de estos recursos para continuar las investigaciones sobre la secta.
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De acuerdo con la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, Salzman fue cofundadora de NXIVM, una organización que abusaba sexualmente de mujeres pero que durante años operó disfrazada como una empresa de “empoderamiento y superación personal”, con operaciones en varios países, incluido México, en donde logró captar a decenas de seguidores en distintas ciudades, particularmente Monterrey.
En su declaración judicial, la mexicana Ivy Nevares dijo que “el abuso físico, psicológico y emocional al que me sometió como mi entrenadora habla de su carácter y falta de empatía”. Este testimonio fue clave para conocer el involucramiento de la mano derecha de Raniere, también conocida como La maestra y La prefecta.
En un discurso durante las audiencias, Salzman se declaró “horrorizada y avergonzada de haber ascendido... a él”, en referencia a la relación amorosa que sostuvo con el líder de la secta NXIVM. También aseguró que Raniere la manipuló durante años. La convenció de que quería transformar al mundo, al tiempo que incrementaba su poder para tener relaciones sexuales con varias mujeres.
De acuerdo con diversos testimonios, las y los mexicanos que participaron en NXIVM fueron Emiliano Salinas Occelli, Alejandro Betancourt Ledesma, Jimena Garza Dávila, Loreta Garza Dávila y Jack Levy, además de Rosa Laura Junco, quien jugó un papel central en el reclutamiento de mujeres de clase alta en Monterrey, como facilitadora y encubridora.
Hasta la fecha, no hay mexicanos detenidos.
La operación del culto
Pero las labores de coaching sólo eran una fachada: Nancy Salzman y Keith Raniere realmente estaban operando una empresa de extorsión criminal basada en un “círculo interno” conformada por otros cómplices, para reclutar jóvenes que participaran en actos sexuales que incluían ser marcadas sin anestesia.
Raniere y sus cómplices cometieron una amplia gama de actividades delictivas, incluido el tráfico sexual, el trabajo forzado, el contrabando de extranjeros, el fraude electrónico y la obstrucción de la justicia.
Según los documentos radicados en la Corte de Nueva York, todo explotó cuando una jovencita llamada Camila aseguró que Raniere empezó a abusar de ella cuando tenía apenas 15 años. En esa entonces fotografió el abuso. Él tenía 45 años.
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Otra de sus víctimas fue Daniela, quien declaró que la confinaron en una habitación durante casi dos años. Durante el encierro la amenazaron con que si salía de la habitación la enviarían a México sin ningún documento de identificación. La joven pasó meses sin contacto humano y se le negó atención médica inmediata. Durante este tiempo, escribió cientos de cartas rogándole a Raniere que la liberara de su encierro.
Jack Levy, empresario. (Especial)
Pero los abusos de Raniere no pararon ahí: para el 2015 creó y dirigió junto con Nancy Salzman DOS, una organización secreta en la que reclutaban mujeres con el falso pretexto de unirse a un grupo de mentores. Ahí las hicieron hacer “votos de obediencia” y las volvieron esclavas sexuales del líder.
Las posibles víctimas de DOS debían proporcionar “garantías”, incluidas confesiones sobre ellas y sus seres queridos, acceso a sus cuentas bancarias y fotografías y videos sexualmente explícitos, para evitar que abandonaran la secta.
Ivy Nevares, la joven mexicana que fue víctima del culto, relató ante el juez que “tenía pesadillas de cinco a seis noches a la semana, a menudo tan violentas que me despertaron aterrorizada. Ella dijo que eran un efecto de mis creencias represoras. Habiendo entrenado como enfermera psiquiátrica, Salzman conocía mi condición pero no hizo nada para ayudar. En cambio, aprovechó mi sufrimiento en mi contra, usándolo como una justificación adicional para sus abusos y explotación”.
Los mexicanos implicados
Una de las víctimas sexuales fue la hija de la actriz Catherine Oxenberg. Cuando finalmente explotó todo el escándalo, la mujer reveló que los mexicanos jugaron un papel sumamente importante y es que eran parientes de gente poderosa en México, y eran quienes aportan más dinero para que Raniere siguiera operando el culto.
La lista “VIP” de mexicanos incluye a personas que para ascender, conforme a las jerarquías internas de NXIVM, debieron reclutar o invitar a nuevos miembros. En el grupo se encontraba Emiliano Salinas, quien fue vicepresidente de ética del culto.
También estaban adentro Alejandro Betancourt, su socio, y la empresaria regiomontana Jimena Garza, quien convenció a seis mujeres de ser esclavas sexuales de Raniere.
Según los documentos del caso, Laura Salzman, hija de Nancy, reveló que Rosa Laura Junco, hija del accionista principal de Grupo Reforma, perteneció a su círculo más cercano. La empresaria regiomontana incluso se mudó a Albany, en el estado de Nueva York, para integrarse al grupo de Raniere y estar cerca físicamente del líder de la secta.
De acuerdo con el portal Frank Parlato Report, que se ha dedicado durante años a revelar el funcionamiento interno de la secta, la mexicana incluso ofreció a sus hijos al líder del culto. “Además, se le acusa de haber sometido a sus hijos pequeños, de su segundo marido, a experimentos inusuales inventados por Raniere con la ayuda del doctor Brandon Porter”.
También se han revelado otros hechos como que ofrecía a “su hija virgen” al líder del culto.
Rosa Laura Junco, hija del propietario del periódico 'Reforma'. (Especial)
También participaron Margarita García de Alba, directora general de la empresa Nopalitoz, con sede en Nuevo León; así como Carola y Carmen Garza, Aída Dorina Lara, Verónica Baz, Mara Bernal, Lorena Lara, Vanessa Sahagún, Marcela Gómez del Campo, Silvia Ribot y Luisa Merodio.
En cuanto a los hombres, aparecen Víctor Manuel Ochoa Peña, Jesús Santos, Daniel Merino, Diego Asunsolo, Daniel Márquez, Diego Rodelo y Carlos Arturo Galván.
Jimena Garza Dávila, empresaria regiomontana. (Especial)
Y más nombres: Fabiola Sánchez de la Madrid, Maricela Ramos Cantú, Ana María Silva Martínez, Alejandra Salazar, Anabel Cantú.
Raniere fue sentenciado a pasar 120 años de prisión por crimen organizado, conspiración de crimen organizado, tráfico sexual, intento de tráfico sexual, conspiración de tráfico sexual, entre otros delitos.
Loreta Garza Dávila, empresaria regiomontana. (Especial)
Mexicanos VIP en NXIVM
- Emiliano Salinas Occelli
- Rosa Laura Junco - hija de Alejandro Junco de la Vega, accionista del periódico Reforma
- Alejandro Betancourt Ledesma - socio de Emiliano Salinas Occelli
- Jimena Garza Dávila - empresaria regiomontana
- Loreta Garza Dávila - empresaria regiomontana
- Jack Levy - empresario inmobiliario
DMZ